Primer día de viaje:
Ushuaia 3 de marzo de 2013 (7:00 hs.)
El día de ayer comenzó con un buen desayuno en casa, después
les dimos de comer a todos nuestros animales y luego nos fuimos en taxi hasta
el reformado Aeropuerto Córdoba. Ninguno de los dos lo conocía modificado, así
que fue bastante novedoso para nosotros. Ely se hallaba todavía con fuertes
dolores abdominales, de seguro, causados por los nervios provocados por el
inminente vuelo, su primer viaje en avión.
A las 11:10 hs embarcamos luego de que yo me tomara mis
primeros dos cafés en sendas sucursales del mismo bar: Gianni y Vittorio, una a
la entrada del aeropuerto y con la posibilidad de salir después a la calle a
fumar y la otra, ya en la sala de embarque a donde comenzó la abstinencia. Subimos
después a un boing 747 de Austral. El despegue y el aterrizaje en Buenos Aires
fueron limpios, sin problema alguno y el bautismo de Ely salió a la perfección.
Por más que en estos dos momentos se agarró fuerte de mi
mano, su comentario al finalizar el día fue que el piloto había sido un
maestro.
Ya en aeroparque hicimos una espera como de hora y media, a
donde me tomé mi segundo café en otra sucursal del mismo bar de Córdoba y
embarcamos en un boing 737, bastante más grande y con tres filas de asientos a
cada lado, lleno de personas de todas partes del mundo.
En el aeropuerto de Buenos Aires, nos encontramos con una
pobre señora que venía de Jujuy, a la que le habían informado esa madrugada que
su hija, de tan solo 30 años había fallecido. Su familia se las arregló como
pudo para comprar con tarjeta de crédito el pasaje a último momento y la
mandaron para estar en el velorio
Nosotros no pudimos consolarla como nos hubiera gustado,
dado que nuestra onda era muy diferente a la de ella y no pudimos sintonizarnos
con su dolor lamentablemente; para nosotros toda la experiencia era muy nueva y
todo nos parecía bello y hermoso, para la señora en cambio, todo era un drama.
Estaba desorientada en la inmensidad y loquero de ese
aeropuerto y no sabía por dónde se debía dirigir hasta estar dentro del avión
que la traería al sur, así que lo único que pudimos hacer por ella, fue
permanecer juntos las dos horas que duro nuestra espera, hasta que nos subimos
al avión. Después, gracias a Dios, la
contuvo un tanto, escuchándola con atención, su compañera ocasional de asiento,
que la consoló durante las tres horas de viaje.
El despegue y el aterrizaje fueron para Ely un poco más
movedizos y por instantes hasta se mareó un poco, por lo que me dijo después
que el segundo piloto había sido un poco más torpe que el primero.
Como a eso de las 19:30 hs. arribamos a la ciudad más
austral del mundo y lo primero que me sorprendió del aeropuerto, fueron sus
techos de madera. De ahí nos tomamos un remis que nos llevó hasta el hotel por
$ 60 y por fin conocimos el Hostal América, a donde desde julio del año pasado
teníamos pagado con tarjeta de crédito nuestra estadía.
Es un hotel boutique de muy buena categoría y atendido por
sus dueños que tiene un hermoso restaurante, a donde anoche mismo decidimos ir
a cenar y empezar a utilizar un crédito que tenemos a nuestro favor, dado que
habíamos contratado, en un comienzo, quince días de estadía y después lo
cambiamos a nueve, para poder conocer Calafate. Así que anoche nos empezaron a
descontar ese crédito.
Nuestra habitación tiene una hermosa vista al Canal del
Beagle y por la otra ventana al Cerro Castor. La habitación del hotel es muy
bella, lástima que no me dejan fumar, por lo que tengo que hacerlo en el patio.
El primer día decidimos quedarnos en el hotel a descansar y
cuanto mucho, caminé por las inmediaciones unas tres cuadras, para llegar hasta
una despensa y comprar yerba para el mate. Nuestra primera noche fue excelente.
El clima templado, a tal punto que dormí en cuero y con la ventana abierta.
¡Bienvenidos entonces a Ushuaia, la ciudad más austral del
mundo, en la Provincia de Tierra del Fuego, Argentina! Hasta ahora, a
principios de marzo, todo está saliendo a la perfección. Solo nos resta que se
le pasen rápido los dolores abdominales a Ely para que todo este de lujo.
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