Pueblo Alberdi 26 de marzo de
2013:
Queridos amigos del equipo de
mantenimiento de Casa Club Bien Estar:
Aunque desde muy joven siempre me
di maña con los arreglos de la casa, por esas razones que uno no termina de
entender, cuando me jubilé de Tribunales, decidí retirarme también de los
trabajos manuales de todo tipo, y es así que llegué a este matrimonio que tengo
con Ely, habiendo extraviado, no se por dónde, esas importantes capacidades que
son tan útiles en todo varón y tan elogiadas y agradecidas por nuestras mujeres.
Fue entonces pasando el tiempo,
me dedique a muchas cosas, pero casi todas ellas de tipo: artístico-espirituales
e intelectuales, pero nada de manualidades.
Y fue que cierto día Ely, estando
un poco enojada conmigo, expresó su alta emotividad y me dijo algo que
verdaderamente me dolió.
Señaló ella, sin
pensarlo, ni sentirlo en profundidad:
“¡En esta casa hace falta un hombre!”
Como nosotros los pacientes, somos
de lo más susceptibles, empecé a meditar sobre su reclamo y con ansias de
satisfacer sus demandas, trabajé el tema en la terapia y con mis a. t. y junto
a este equipo profesional fuimos arribando luego a la siguiente conclusión:
“Lo más relevante para las necesidades de mantenimiento de nuestra
casa y de mi esposa, era que yo me hiciera responsable de las mismas, sin que
fuera lo mas importante que las hiciera por mi cuenta, o que en su
caso, se las encargara a un buen equipo de mantenimiento responsable y sólido”
Para hacerme responsable de
dichas tareas fue entonces que decidí que con parte de lo que me recompensan ciertas familias, a través de ciertas liberalidades que recibo de parte de estas y como incentivo a mi
propio trabajo terapéutico, como asesor voluntario de Acapef, conformaría un fondo doméstico para el mantenimiento de la casa
y del auto, y ya no me gastaría esos recursos solo en mí como lo hacía antes.
Los frutos de esa nueva
relación la estamos viendo ahora todos nosotros desde que hace ya unos días,
vinieron a presentarse primero, a medir y presupuestar los trabajos que la casa
requería después, y a ejecutar tareas a partir de hoy, habiendo obtenido todos
ustedes resultados de lo más satisfactorios para nuestro hogar, para mí y para
mi esposa.
Me doy cuenta entonces que todos
ustedes, junto a su coordinador el a.t. Ángel, han pasado a ser un “engranaje técnico”
fundamental para esta Comunidad Alippi Serra que conformamos con Ely y con el
conjunto de familiares y amigos que la integran y que por cierto la estan empezando a conformar también ustedes.
Por todo ello es que les doy la bienvenida a este hogar y a esta comunidad y les agradezco inmensamente su valioso trabajo protegido que realizan en beneficio común de todo el equipo y de quienes tanto los requerimos.
Por todo ello es que les doy la bienvenida a este hogar y a esta comunidad y les agradezco inmensamente su valioso trabajo protegido que realizan en beneficio común de todo el equipo y de quienes tanto los requerimos.
Leandro
Javier Alippi
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