ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

martes, 1 de marzo de 2011

LA REHABILITACIÓN DE UN MAÑOSO

Desde siempre me atrajo ejercer en todo momento mi libertad… así me educaron en mi casa, así me educaron los curas mercedarios. Así me lo cantan los horóscopos mayas y otros horóscopos…
¿Cuál fue la consecuencia de ello?
Ser siempre excéntrico, muy original y prácticamente caótico. ¡Un joven ácrata! diría ese viejo profesor de mi padre en el Monserrat de su época.
Sin embargo, a pesar de mi natural anarquí y desorganización…, por haberme criado en el seno de una familia conservadora… donde mi padre es sub teniente de reserva y mi hermano mayor y padrino, también… pero fundamentalmente, por ser mis padres como mis abuelos por ser yo el menor de seis hermanos… como abuelos solo por la edad, aunque bien padres en la realidad… 
Tuve entonces la suerte de ser criado como los criaron a los hijos de hasta los tiempo de la generación de los 70. ¡Es decir con autoridad, respeto a los mayores y a lo ancestral, y por encima de todo… y un poco por la onda militar… enseñado sobre el valor fundamental de la obediencia!
Mi madre me dijo siempre: Lo bueno de vos Leandro es que sos dócil… Aunque por otro lado me comenzó a decir después de bien entrados mis treinta: ¡Ve! Siempre creí que eras como un ángel y en realidad, por todas las cosas que hiciste a mis espaladas, me doy cuenta que eras como la piel de judas…
Piel de judas es un atorrante, pero no necesariamente debe ser mala persona… De niño me decían travieso. ¡Así fui siempre! Metiendo las narices en todo lo que me daba curiosidad y viviendo las mil y unas aventuras… sin tener que pedir necesariamente permiso… Un amigo me decía siempre: ¡Mas vale pedir perdón que permiso! 
¡Ahí entonces practicaba mi libertad! Y por eso me caracterizaba entre los de mi edad.
Pero a pesar de ser obediente, al no pedir permiso, me fui acostumbrando por otro lado a hacer lo que quisiere casi siempre, hasta que me calaban y me ordenaban y mandaban.
Esto me fue haciendo cada vez más y más desorganizado. ¡Encima leí libros desestructurantes, que desestructuraron mis rutinas y después mi mente! (Las enseñanzas de Don Juan) Ya he dicho por ahí, que no recomiendo su lectura, porque lleva a la locura.-
Sin embargo a pesar de mis desectructuras… cuando las papas se pusieron que ardían y parecía que nunca más volvería a la cordura… Fue justamente mi natural obediencia la que me rescató de extraviarme, o tal vez perderme definitivamente.
Hice caso a mis mayores; mis hermanos, mis padres, mi médico y otros amigos grandes, e incluso hasta mi mujer, pues aunque ella es menor, su cordura y control, son también bien grandes. Esto aún estando en la peor crisis mental imaginable.
Fue entonces que comencé mi rehabilitación, cosa de lo más peliaguda en mi, por la tendencia a la desorganización…
Mi familia también es un poco parecida a mi… ¡Se nota que la nota no es solo aspecto mío, sino de todos los Alippi! ¡Todos son un tanto desorganizantes! Aún cuando existen disciplinas en todos nosotros. Y con esta característica, un tanto contradictoria, ideamos un tipo de rehabilitación para mi, fuera de los protocolos de las verdaderas organizaciones con las que estamos familiarizados (Acapef y Casa Club)…
Me fue mas o menos… no avancé mucho en materia de orden y organización… sigo siendo un tanto caótico y anárquico… pero nunca me aislé demaciado y durante todo mi historial, siempre fui un allegado a estas organizaciones. Incluso como lo saben… trabajo para Acapef, como Asesor Jurídico. Así que estoy muy pero muy presente, pero siempre manteniendo mi distancia… y estando por otro lado, un tanto ausente.
Los protocolos de la rehabilitación siempre van llegando, a la corta o a la larga, a  buen puerto… muy buen puerto, por cierto.
Pero como yo no sigo los protocolos, casi de ninguna especie… me tengo que contentar con llegar a pequeños embarcaderos, y esto es así, porque yo lo he elegido para mi vida y muchas veces me pesa: me gusta mucho el estilo rústico y los embarcaderos que conocí en mi vida: en el Titicaca, en el Caribe originario y sin turistas… en lugares muy pintorescos por cierto, quienes atracaban sus barcasas, eran siempre gentes rústicas, sencillas, humildes y nunca grandes  e importantes navegantes.
¡Algunos dirán que me conformo con poco! ¡Con poco de mi recuperación! ¡Con poco de mi reinserción!
Lo que ocurre es  que me dejó tecleando el año pasado, esa parte del discurso del famoso psiquiatra miembro de la oms, que transcribí al final de mi entrada del 12 de febrero. Y que como no tiene desperdicio, repetiré de nuevo: 

Finalmente hablamos de la rehabilitación tomada en serio. La rehabilitación no es un taller en un manicomio donde se hacen ceniceros y muñequitas. Esto no es rehabilitación, eso es una mentira. La rehabilitación no es hacer ceniceros, la rehabilitación es vivir, es mirar la televisión, ir al bar, tomar un trago de vino, hablar con una mujer si es hombre o viceversa, leer el periódico, tener una contractualidad, quizás más modesta, pero una contractualidad social al fin. Esta es la rehabilitación.
            Sin embargo, seguimos haciendo pintar a los locos. Yo no quiero locos pintando. Quiero locos ciudadanos, y los ciudadanos no pintan, pocos pintan. ¿Ustedes pintan? No. Entonces, ¿por qué los locos tienen que pintar? Ese es el problema.”

Yo siento que desde una cierta óptica, tal vez desde la más autonomista: he recuperado muchísimo: Un grandísimo número de viejos y nuevos amigos…, mis idas recurrentes a los bares, donde leo los diarios, hago sociales y de vez en cuando me dedico a escribir y escribir,  estos bares me han inspirado para armarme mi propio bar, en la futura terraza de mi casa para recibir al gran número de amigos y ser  anfitrión.. ya que con mi esposa nos hemos recibido al fin; de  esta carrera social de anfitriones, lo tenemos mas que comprobado, habiendo tenido diversos eventos con distintos grados de complejidad protocolar y formalidades. A muchos, por no decir todos nuestros visitantes, les transmitimos esa onda especial que tiene nuestra casa y que tenemos nosotros, algo ciertamente un poco hechizante… lo que me quedo de esos libros del brujo Don Juan. Hago mis laburitos eventuales, solo por mi lado  coadministrando el hogar y procurándo en interés propio del matrimonio, esto para no perder en teiking de abogado y gestor, y cuando estoy más bajoneado: de la mano de algún asistente que se me encontrar  siempre y para cada situación… También hago mis negocitos, modestos y humildes negocitos… pero me hacen sentir que estoy en el circuito. Circuito comercial, circuito bursátil, circuito financiero. He identificado mi gran Comunidad Afectiva, con todos sus miembros que son: mi esposa, los familiares y los amigos… me llevo muy bien con todos y mantengo excelentes relaciones. Con cada uno mantengo un código de comunicación y del compartir. Con cada uno comparto diferentes asuntos. Son relaciones exclusivas cada una de ellas. Las prefiero personales y cara a cara, me valgo de los nuevos medios de comunicación y de la comunicación personal y tradicional, pero de vez en cuando también me sumo a los eventos y hasta organizo nuestros propios festejos.
Así que en definitiva creo que esa rehabilitación en serio de la que habla Sarraceno yo la  vengo cumpliendo, mas allá de mi carácter mañoso, la maña de mi viejísima tendencia a la desorganización. Pero siempre estoy dentro de mi Comunidad, por momentos un poco mas ausente y de retiro, por momentos mas presente, pero siempre estoy y eso es integración. Ya que en absoluto es reclusión, ni exclusión. Y siempre estar, es mi mayor constancia y la única disciplina que practico.