Querido Maestro:
-Dime una cosa por favor: ¿Qué es la humildad?
-Tú conoces una respuesta a esta pregunta. Te la enseño el brujo Don Juan Matus. ¿Recuerdas cuál era?
-Si mi Maestro: “humildad es no dejar que nadie se te arrodille, pero tampoco arrodillarse ante nadie”
-Y tu qué crees. ¿Esta bien ese concepto?
-Creo que no. Porque yo gustosamente me arrodillo ante Dios. Y muchas veces me doy cuenta que en realidad no soy nada sin Él dentro de mi.
-¿Entonces dónde podrías ir a buscar un concepto de humildad?
-¡En una página Católica!
-Pues ve a ver si la encuentras.
-He encontrado lo siguiente:
“…Todo es un don de Dios de quien todos dependemos y a quien se debe toda la gloria. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio sin desviarse en juicios que no le pertenecen.
La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto abyección (auto humillación) en la que se dejaría de reconocer los dones de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su voluntad.
"La humildad es la verdad" -Santa Teresa de Avila.
El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un hombre es más humilde crece una visión mas correcta de la realidad…”
Jesús es la humildad encarnada. Perfecto en todas las virtudes, nos enseña en cada momento en cada palabra. Siendo Dios, vivió 30 de sus 33 años en vida oculta, ordinaria, tenido por uno de tantos. Lo extraordinario fue la perfección en que vivió lo ordinario. También sus 3 años de vida pública son perfecta humildad. En todo hacía, como siempre la voluntad de su Padre. Nunca busco llamar la atención sobre si mismo sino dar gloria al Padre. Al final murió en la Cruz. Nos dijo: "Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón".
La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto abyección (auto humillación) en la que se dejaría de reconocer los dones de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su voluntad.
"La humildad es la verdad" -Santa Teresa de Avila.
El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un hombre es más humilde crece una visión mas correcta de la realidad…”
Jesús es la humildad encarnada. Perfecto en todas las virtudes, nos enseña en cada momento en cada palabra. Siendo Dios, vivió 30 de sus 33 años en vida oculta, ordinaria, tenido por uno de tantos. Lo extraordinario fue la perfección en que vivió lo ordinario. También sus 3 años de vida pública son perfecta humildad. En todo hacía, como siempre la voluntad de su Padre. Nunca busco llamar la atención sobre si mismo sino dar gloria al Padre. Al final murió en la Cruz. Nos dijo: "Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón".
Fuente: http://www.corazones.org/diccionario/humildad.htm
-¿Has entendido Leandro?
-Lo he entendido perfectamente Maestro. ¡Ayúdame por favor a encontrar mi propia humildad!
San Francisco de Asis
Me gusta tu reflexión tan profunda sobre la humildad.. que tanto nos falta en esta humanidad..
ResponderEliminarEs grato siempre pasar por tu blog..
Un abrazo
Saludos fraternos..
Gracias Adolfo
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