UN NUEVO INTENTO EVASIVO

Miércoles 7 de diciembre de 2011.

Me ha dicho varias veces Ely en estos últimos tiempos: “utiliza los recursos con que contas para resolver tus problemas” (Principalmente recursos humanos; las acompañantes terapéuticas y Casa Club Bien Estar: El Centro de Rehabilitación).

Entonces ni lerdo ni perezoso, el mismo lunes a la tarde le comenté a Valeria (una de mis A.T’s) mi intención de retiro definitivo.

Lo que me dijo me causo un poco de gracia pero por otro lado me dejó muy pensativo: Ese grado de aislamiento que vos queres lograr es muy “heavy” porque por lo general no lleva a nada bueno y suele terminar en una profunda depresión. A continuación me sugirió que le planteara a mi esposa mi necesidad de emprender un nuevo cambio en mi vida como para que lo “construyéramos” entre los dos y que fuera parte de nuestro proyecto de vida en común y no una decisión unilateral y categórica solamente mía.

Así lo hice esa misma noche del lunes. Tiré el tema sobre el tapete y no fue en absoluto bien receptado. Ely minimizó la urgencia y la necesidad del tema aduciendo que no era nada nuevo en mi, estar intentando ese tipo de cambio para mi vida. Me recordó varias veces en que yo había intentado hacer lo mismo y concluyó diciéndome lo que siempre me ha dicho ante tales circunstancias: “El trabajo dignifica”, “hay que perseverar”, “llega un punto en la vida en que no hay que buscar mas, sino que hay que quedarse con lo que uno dificultosamente ha construido para continuar construyéndolo día tras día” (hay que echar raíces y dejar de ser un nómade del alma y de la mente) y finalmente expresó:

¡Con todo lo que te ha costado contar con un socio y organizar como has organizado tu forma de trabajo! ¿Lo pretendes echar ahora todo por la borda?

A mi no me quedó otra salida mas que “bajar la cabeza” y comenzar a meditar lo que ahora estoy escribiendo. Estas palabras de mi mujer son las “legítimas” palabras que daría cualquier esposa madura a un esposo que esta flaqueando con su trabajo y queriendo convertirse solamente en algo así como en un amo de casa. Se me ocurre que el hombre debe dar siempre una imagen de varón fuerte y luchador, que pueda contenerla más de una vez,  porque en él se debe respaldar muchas veces esta mujer cuando esta exhausta, máxime si ella también es mujer fuerte y luchadora, que también apoya y sostiene muchas veces al marido para que este sea perseverante. El matrimonio se debe complementar y cuando uno esta flaqueando, el otro debe sostenerlo hasta que aquel se reincorpore otra vez y así hasta que le toque al otro ser sostenido.

Entonces ayer martes por la tarde otra vez me valí de mis recursos humanos y volví a comentar el tema con la otra A.T., Melisa. Le hice leer mi artículo y lo que me dijo me dio esperanzas nuevas: Rescató lo muy importante que era para mi, al principio de esta crisis por la que he estado transcurriendo, recuperar mi trabajo que se ha visto suspendido como si se tratara de una licencia por enfermedad. Me recordó lo muy bien que estuve hablando de esa particular forma de trabajo que me fui “construyendo” durante años y lo mucho que este me había retornado. Entonces señaló que según su parecer yo estaba atravesando por una nueva etapa ahora, cual era transitar el estrés que le provocaría a cualquier persona retornar de a poco a su forma de trabajo habitual, después de casi tres meses de inactividad. Sostuvo que obviamente esto era muy difícil para cualquiera. Reincorporarse después de un cimbronazo siempre es cosa de lo más peliaguda. Sugirió entonces que luego de esta licencia me tomara unas buenas vacaciones en esta labor de Abogado y Asesor de Acapef y que comenzara a acercarme tímidamente a la Institución a partir del año entrante en que todo el mundo comienza un nuevo año con las pilas recargadas.

Mi conclusión entonces es que al igual que me ocurre muchas veces, cuando el campo se hace orégano,  me dan ganas de arrugar tratando de evadirme de la realidad que me toca de las mil y unas maneras. El encierro y el mutismo es una de ellas. Pero creo que hay que sobreponerse a esto y no continuar con esa inercia autodestructiva. Total tiempos  de retiro espiritual todos los años los tengo y por tiempos prolongados, lo que me lo permite mi condición de Abogado retirado y además mi particular enfermedad que se manifiesta a través de ciclos estacionales.