ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

miércoles, 30 de mayo de 2012

INCONSISTENCIA


Miércoles 30 de mayo de 2012 a las 12:44, hora en que empiezo a escribir este mensaje que espero terminarlo antes de las 14, hora en que quiero ponerme a cocinar para recibir a Ely con algo calentito.
Abro el freezer y veo cuatro hamburguesas de pollo listas para echar a la plancha y para acompañarlas con una sencilla ensalada mixta.
¡Todo fácil y buena onda!
Me hallo escuchándo música clásica, de a ratos, dado que de vez en cuando se me corta la comunicación de la radio on line de la 100.
¡Siento una emoción…! y estoy tratando de descubrir cuál es porque deseo llegar luego a un “sentimiento acabado que marque al fin un corte”.
Mi seño fruncido me da el indicio de que se trata de una preocupación y ésta en definitiva me lleva nada más y nada menos que al miedo. Lo puedo deducir por mero razonamiento y análisis gramatical.
¡Si, la emoción que estoy sintiendo es un simple miedo!
A veces me gusta decir que en mis reflexiones voy penetrando diferentes grados de profundidad, como si fuésemos atravesando las diferentes capas de una cebolla.
Pues en la capa más superficial de la cebolla se halla mi preocupación por una nueva falta al taller de teatro de Casa Club.
En la siguiente capa de profundidad, empieza a surgir el miedo a no poder ser constante con lo que vengo haciendo.
Este miedo me lleva en lo más profundo, a ese otro miedo del que ya hable en mi entrada titulada: “La crisis de la mediana edad” que consiste en creer que podría estarme estancando a mis 42 años, en lugar de estar generando.
Pero profundizando aún más, repaso la entrada siguiente titulada: “Cuando el equipo terapéutico nos ayuda a salir del bajón” y empiezo a darme cuenta que este equipo terapéutico ya me conoce muy bien, me ha afirmado que a pesar de todo vengo generando y sabe perfectamente que soy un mañoso, tal cual ya lo escribí en la vieja entrada del año pasado titulada: “La rehabilitación de un mañoso” escrita en este blog, el 1º de marzo del 2011.
Entonces me está viniendo, poco a poco, el sentimiento que estaba esperando. ¡En realidad se trata de varios sentimientos!
Es un hecho que vengo generando una rehabilitación y hasta se puede decir que es una buena rehabilitación, mas allá de mi natural desorganización y condición un tanto caótica. Me lo ha dicho el psiquiatra, como ustedes ya lo habrán leído, y me lo han sugerido los demás miembros de mi equipo terapéutico en varias oportunidades, además de mi familia, pero todavía no lo logro sentir de este modo en mi corazón.
He hablado en las entradas antes referidas, de mi carácter medianamente obediente y también de mi tendencia al compromiso, en particular, por mi condición de abogado y por la vinculación con los contratos, pero muy particularmente por mi vocación humanista, que me hace valorar muchísimo las relaciones sociales y con ello, la necesidad de vínculos y el deber de alimentarlos  y mantenerlos.
He hablado hasta de mi voluntariado social y con ello de mi actividad solidaria para con Acapef, mi Comunidad Afectiva Alippi Serra y la Iglesia.
Sin embargo y a pesar de lo antes expuesto, “siento” ahora en lo más profundo de mi ser, lo mucho que me cuestan todas las relaciones humanas de cualquier índole, sean estas: matrimoniales, familiares, sociales, laborales, profesionales, culturales, recreativas o educativas y aún cuando también “siento” muy profundamente mi necesidad imperiosa de tenerlas a todas estas relaciones. “Siento” lo mucho que me cuesta cumplir con los compromisos de cualquier índole y hasta “siento” cuánto me cuesta ser solidario.
Hay una fortísima tendencia en mí a comprometerme solo conmigo mismo y a hacer solo lo que yo quiero. Hay una fortísima tendencia dentro de mi, de ser un total egoísta.
Entonces me pregunto: ¿Mi esencia es buena o mala?
Y no se me ocurre ninguna respuesta al interrogante. Solo me viene a la mente un sentimiento también tan profundo como el anterior: “Soy un hombre de buen corazón”.
Entonces llego a una sencilla conclusión:
Soy, sin lugar a dudas,  un guerrero que lucha contra sus propias debilidades, en todo momento, de vez en cuando triunfa y de vez en cuando es vencido por su propio mal, en sus diferentes batallas.-
Por último “intuyo” que a la paz definitiva no la lograré en esta vida terrenal, sino que me será dada en gracia por Dios en la gloria del cielo, si he de ser aquí un buen guerrero y muero en combate.

sábado, 26 de mayo de 2012

CUANDO EL EQUIPO TERAPÉUTICO NOS AYUDA A SALIR DEL BAJÓN


El otro día, después de escribir y publicar la oración que se halla en la entrada que antecede, me dispuse y fui al final a Casa Club, donde me esperaba el almuerzo con mis congéneres. Todos me preguntaban cómo estaba y yo les decía: más o menos, más o menos. Le entregué una copia de mi escrito a Victor, un psicólogo del equipo terapéutico que muy amablemente se puso a leer mi “informe” y luego me dijo: no lo vamos a comentar ahora, prefiero que te conectes con este presente y que compartas con tus amigos. Así lo hice y a las 14:30 hs. comenzamos el taller de musicoterapia a donde de ordinario no concurro, pues todos los días que voy a Casa Club, me retiro a las 14:00 hs. asistiendo solo a los talleres de la mañana.
En el taller de musicoterapia estuvimos escuchando música y bailando un poco y verdaderamente me logré contactar con la música a tal punto que al día siguiente me encontraba desde muy temprano y antes de ir a Casa Club, bajando música de internet de acuerdo a las pautas que me había dado un compañero del taller antes mencionado. Continué realizando esta tarea por la tarde, ya en compañía de Ely, quien me compartió algunos temas de su adolescencia. Fue un grato momento el que pasamos juntos y fue un momento fuera de lo común para nosotros, que por lo general nos encontramos por las tardes haciendo cada uno sus cosas. Por mi parte y respecto de la música, pase de la Opera tradicional, que había venía escuchando los días antes, y comencé a descubrir la Opera Pop, la Opera Rock, la Opera Metal y la Opera Tecno, todos estilos musicales absolutamente desconocidos y que me provocaron gran satisfacción y sorpresa, por cuanto no dejan de ser opera y como tal un tanto dramáticas, como es mi estado de ánimo actual, pero al estar remixadas a los tiempos modernos, me hacen sentir mucho más actual que lo que me sentía en mi escrito anterior. Efectivamente sentía que seguía siendo un hombre posmoderno.
Fui entonces a Casa Club el día martes por la tarde al taller antes referido, y el miércoles y jueves por la mañana a mis talleres de teatro y plástica, mi ánimo siguió mejorando por fin, por eso de la satisfacción del deber cumplido, que ya he explicado en entradas anteriores. Víctor me había dicho: Si te falla la voluntad para venir a los talleres, por lo menos vení por esa sensación de compromiso que tenes con tus compañeros y profesores. Y así lo hice. Creo que por ser abogado y por estar cerca del mundo de los contratos, es que tengo un refinado sentido del compromiso social, que hace que por otro lado me dedique a cuestiones solidarias, que siempre terminan proveyéndome de un sentimiento de satisfacción cuando logro cumplirl con tales actividades sociales y una vez que he superado mi tendencia viciosa de dedicarme solo a mi pasión mística y abandonando todo lo demás que también me hace bien y que no debo dejar de realizar tal cual lo expresé también en mi entrada anterior. Cuando esto me ocurre en realiadad es cuando pierdo mi equilibrio y ¡me empiezo a estancar! 
La Fe es algo muy bueno por cierto, que siempre me ayuda a levantarme cuando me caigo, pero quedarme absolutamente absorto en ese mundo ideático de la mística no siempre me hace bien, pues pierdo el contacto con el mundo y me empieza a invadir la nostalgia, el sentimiento de soledad y finalmente la depresión. Todo ello porque dejo de socializar y realizar las actividades artisticas y laborales que tanto me gustan también y que junto a la fe y la espiritualidad me "completan".
La cuestión es que el jueves 24 me tocó ir al psiquiatra otra vez y él mismo me sacó el tema del escrito que había presentado a Casa Club. Sentí un poco de vergüenza, porque recordaba que el escrito era bastante “negativo”, pero aún así le hablé sobre las partes más importantes del mismo.
Le pregunté si yo venía “generando” o “produciendo” o por el contrario me hallaba estancado y frustrado, y él me dijo que efectivamente yo venía generando cinco o seis cosas que eran de lo más importantes. Recuerdo que me dijo que venía sosteniendo una familia, una rehabilitación y un voluntariado y que eso no era poca cosa. Además están los otros dos o tres puntos que también me señaló que venía generando y que ahora no me acuerdo pero si me dijo que por ello él él estaba contento con mi grado de recuperación. 
¡Este comentario me hizo mucho bien! y me doy cuenta que debo aprender a "ver" mi propia condición generativa y productiva mucho mejor de lo que lo la veo cuando me pongo negativo.
Acto siguiente me dijo el psiquiatra, que para que se me mejorara la autoestima debía tener más sexo con Ely y ahí nos empezamos a reir y a hacer bromas al respecto. 
Al final de la sesión me preguntó que opinaba de la realidad política y social del país y terminamos el encuentro conversando sobre política y economía. Fue un final distendido que me sacó de mi “dramatismo” de los días previos y además hicimos un nuevo pacto: me bajó al fin la dosis de la risperidona, siempre y cuando yo le informara a la semana, cómo andaba y lo fuera a ver de nuevo a los 20 días.      

martes, 22 de mayo de 2012

LA CRISIS DE LA MEDIANA EDAD


Señor: ¡Me siento terrible!  No tengo ganas de hacer nada de lo que me hace bien. Por ejemplo: me hace bien empezar mi día a las 6:00 hs y aunque hoy me levante a esa hora para llevar a mi esposa al trabajo, luego regresé a casa y me dormí hasta las 9:10 hs. Esto no me permitió meditar antes de ir a cumplir con mis obligaciones y de esta manera no puedo empezar el día armonizado. Todo se demora y yo pierdo el taller de Casa Club. Este hecho me hace sentir culpable, pues estoy comprometido con mis compañeros de folcrore, de teatro, de pLástica y de música… y con ninguno de estos espacios estoy cumpliendo satisfactoriamente.
Creo que mi organismo ya se ha saturado de risperidona y de lorazepam y en consecuencia me falta mucha energía. Tengo todavía las dosis que me dio el psiquiatra en la crisis de la primavera pasada, solo me quitaron el haloperidol y la levomepromazina porque la crisis fue demasiado profunda… pero todavía estoy lejos de las dosis que tomaba cuando me sentía más estable.
Me hallo bajoneado, he dejado de hacer natación, no le doy clases a Dante y hasta me hago el tonto para no tener que salir a caminar con mi A.T. los lunes y miércoles, como lo veníamos haciendo…
Mis fuerzas han decaído y necesito que me levantes el ánimo.

¡Estoy empezando a percibir tu presencia que viene a mi, muy de a poco!

Me hallo escuchando música clásica y advierto que un recuerdo me viene a la mente… la escena de la película Filadelfia, cuando el enfermo de sida y su abogado están escuchando la opera: La Mamma Morta. Veo el videíto… y logro que me apene el estigma que de seguro deben experimentar los gays, me siento sensible como ellos y eso me da vergüenza, pero aún así sigo escuchando la musica clásica y aún más, la apago y busco en la 100, “divas de la opera”, para sintonizarme aún mas con mi sentir. Se se escuchan los bajos, los gemidos, los lamentos de la soprano… siento un escalofrío que corre por mi espalda, y recuerdo dos cosas: Cuando mi psiquiatra nos dijo a los congéneres en terapia grupal que con los años en los hombres se acentuaba este trastorno, mientras que en las mujeres tendía a estabilizarse. Por otro lado recuerdo lo que me dijo Ely el fin de semana pasado: “Tal vez Leandro te estás poniendo viejo, fijate que hace unos años eras el que mejor estaba de entre tus amigos más jóvenes, hoy todos ellos están muchísimo más estables que vos”.
¡No puedo cumplir con las pautas terapéuticas que me dan! Y eso me apena muchísimo, veo que me estoy perdiendo bellas oportunidades de expresión artística y bellos momentos de socialización, encerrándome sistemáticamente cada vez más en mí mismo y ya ni siquiera en éxtasis místico como me ocurría en aquellas viejas épocas de mis largos retiros espirituales otoñales y primaverales.
Siento como nunca antes que me estoy empezando a sintonizar más y más con la nostalgia, con la frustración, con la impotencia, con el sufrimiento y hasta con la desesperanza. Se que a Ti, Nuestro Señor, esto no te agrada, pues Tú nos has enseñado que lo último que hay que perder es la esperanza. Entonces de repente se para la música y una reflexión viene a mí…
En la cocina está haciendo sus labores Rosa, nuestra empleada, ella habla muy poco. No es como la que teníamos antes, Virginia, con quien yo hablaba mucho y que hacía las veces de "cuidadora domiciliaria".  
Cuando entro a la cocina a buscar el mate, Rosa me dice: ¡Eso que está escuchando es opera! ¿No? y luego afirma: ¡Está tranquilo señor! Yo le contesto: si, Rosa estoy tranquilo. ¡Hoy es un día para la reflexión! Entonces me doy cuenta que mi pesar no es para tanto. Hoy estoy tranquilo, no estoy desesperado y ya superé la culpa.
Entonces vuelvo en mí y me doy cuenta, como lo acabo de decir que no he perdido la esperanza. Que mi esperanza es cristiana y la misma se trata de mucho mas que de poder terminar de escribir ese libreto de opera que me han encomenado para el taller de música, o poder presentar mi tango; “Balada para un loco” para el día de la música a fin de este año, o poder hacer al fin…; una puesta en escena con mis compañeros de teatro, o terminar de pintar los murales de Casa Club, junto a mis amigos de plástica, o incluso llegar a tener buenas devoluciones como escritor de mis blogs…
Mi esperanza cristiana consiste en que al final de este tránsito por la tierra, me gane al fin la gloria del cielo, terminando así todo dejo de sufrimiento y falta de ecuanimidad.
La música sigue callada, ha inundado el ambiente el silencio y en la lejanía se escucha un perro ladrar. 
¡De repente me siento totalmente acompañado por Ti, Mi Señor!
¡En verdad que se me ha mejorado una vez más mi ánimo, durante esta oración!
Te siento presente dentro mío y empiezo a entender la lección que hoy me quieres enseñar:
"El tiempo ha ido pasando… la enfermedad ha ido progresando y poco a poco, he ido resignando mas y mas condiciones y facultades.
He ido adquiriendo paulatinamente el sollozo en mi manera de expresión oral, cuando me hallo revelando mis sentimientos más profundos a mis seres queridos… Los compromisos con las obligaciones de esta sociedad y este mundo terrenal, me cuestan cada día más realizarlas y lo que en verdad me interesa, también cada día más, es estar ante la sola presencia del Amor puro.
El amor que se expresa cara a cara, a través de una buena conversación".
¡Vuelve a sonar la opera!
Y en este instante no hay voces… solo una música suave y triste. De repente aparece la soprano como gimiendo con toda su fuerza, para atemperarse después de manera melódica y así va y viene, entre uno y otro estado.
Siento deseos de recordar cuál es el desafío que tenemos los hombres de 42 años, y entonces voy una vez más a wikipedia, a repasar las etapas de la vida según Erik Erikson. Allí se dice:

Generatividad frente a estancamiento (desde los 40 hasta los 60 años aproximadamente). Periodo dedicado a la crianza de los niños. La tarea fundamental aquí es lograr un equilibrio apropiado entre la productividad y el estancamiento. La productividad es una extensión del amor hacia el futuro; tiene que ver con una preocupación sobre la siguiente generación y todas las demás futuras: teniendo y criando los hijos, la enseñanza, la escritura, la inventiva, las ciencias y las artes, el activismo social complementan la tarea de productividad. En definitiva, cualquier cosa que llene esa “vieja necesidad de ser necesitado”. El estancamiento, por otro lado, es la “auto-absorción”; cuidar de nadie. Hay personas que tratan de ser tan productivas que llega un momento en que no se pueden permitir nada de tiempo para sí mismos, para relajarse y descansar. Al final, estas personas tampoco logran contribuir algo a la sociedad. Esta es la etapa de la “crisis de la mediana edad” se pregunta “¿Qué estoy haciendo aquí?”.

¡Me doy cuenta que estoy en esta lucha! 
¡Me doy cuenta que estoy en esa crisis de la mediana edad! 
¡Y me doy cuenta también que me falta muchísima de la energía que tenía de joven para luchar!
Hoy estoy descansando y vengo descansando bastante a menudo últimamente, porque cada vez que me pongo en marcha y produzco cualquier cosa que no sea una oración… siento emociones muy pero muy intensas y por momentos de lo mas estresantes y aunque sea un saludable eutrés. 
Me extenúo rápido quedándome sin fuerzas y requiriendo después un buen tiempo para recuperarme otra vez y para volver a la lucha por la productividad.
Cada vez necesito más tiempo para estar a solas conmigo mismo y Contigo Mi Señor, aunque paradojalmente también cada vez necesito sentir, más y más, ese amor puro que se percibe al socializar en los diferentes tipos de relaciones humanas; sean éstas de tipo familiar, laboral, recreativas o educativas.  
¡Sin embargo siento también de manera muy pero muy profunda que Tú estas acá conmigo en este momento. Que me estas entendiendo todo lo que te estoy diciendo y que me estás haciendo sentir menos culpable de lo que me sentía al comienzo de esta oración! 
Siento que me estás diciendo:
“Te comprendo, te compadezco y estoy acompañándote en tu pesar como lo he hecho siempre, pero ahora que has recuperado el buen ánimo al fin, ¡levántate otra vez y continúa tu marcha y tu tranquila lucha! ¡No te quedes estancado en tu casa! Ve detrás de ese amor del que hablas y ve detrás de tus diversas formas de expresión artísticas.     

sábado, 12 de mayo de 2012

¿QUÉ ES NUESTRA COMUNIDAD ALIPPI SERRA?



Antecedentes:

En el año 1996 cinco viejos amigos; Faustino, Guillerno, Pablo, Jeny y yo, teníamos un sueño en común. Fundar una comunidad material (es decir comunidad de bienes inmuebles y muebles) en una tierra de 12 ha que adquirimos en condominio, en las cercanías de Unquillo, en el paraje denominado; San José. La idea estaba un poco inspirada en deseos un tanto adolescentes y en la cultura hippie de los años 60.
Hacia el año 2000, comencé a transitar mi vida junto a mi actual esposa Verónica Elizabeth Serra, a la que le presenté la idea de nuestra comunidad. A ella le gustó la tierra, pero dijo que para que ella viviera en comunidad, la misma debía respetar absolutamente la “autonomía” y “autosuficiencia” de la pareja. Expreso claramente que las cosas en condominio con los amigos no le gustaban.
Poniéndome entonces a sus órdenes, dado que ella ya perfilaba para convertirse en “el corazón” de nuestro matrimonio, comencé a tramitar con el resto de los condóminos la mensura de la tierra, subdivisión y adjudicación de los diversos lotes, para que cada propietario tuviera sus propios dominios.
A partir de esta época (año 2003) con uno de mis amigos conservadores; Pablo y también dueño de uno de esos lotes, vimos la necesidad de empezar a retirarnos paulatinamente del grupo grande de amigos (conservadores y progresistas), dividiéndose el mismo entre amigos progresistas y amigos conservadores, tal cual ya lo he expresado en reiteradas oportunidades. Nuestra separación se produjo en virtud de los diferentes caminos que unos y otros estábamos tomando. En San José quedaron los Progresistas que siguieron trabajando por la vieja idea de vivir en el campo, y que fueron creciendo en número con el paso del tiempo, aunque los años les demostraron también a ellos que les resultaba mejor ser autónomos e independientes unos de otros, dando con esto, todos ellos también, un paso importantísimo hacia la madurez.
Por nuestra parte con Ely, aún cuando nos gustaba nuestra tierra, desistimos de ir a vivir allí,  quedando la misma tan solo como inversión y sin ningún proyecto sobre la misma.
En ese mismo año 2003, Ely y yo éramos muy amigos de José María, un congener mío. Entre los tres seguíamos pensando cómo debería ser mi vieja idea de comuniad, a la que por cierto no yo no renunciaba.
Entre los tres creamos dos cuestiones importantes en torno del tema: El nombre de la primera comunidad a la que le denominamos: “Grupo Ser” y el símbolo de la misma que eran tres círculos superpuestos, compartiendo las tres figuras una misma área en común y quedando el resto de sus áreas de manera independiente.
Este símbolo quería significar que el grupo ser estaría constituído por una comunidad en donde cada miembro podía ser amigo de otro u otros miembros pero todavía tenía toda un área de su vida social que no compartía con la comunidad y que la compartía con otras personas que no fuesen de la comunidad. De esta forma yo sentía que estábamos cumpliendo el anhelo de Ely sobre una comunidad autónoma y autosuficiente.
Seguidamente reunimos en casa los días domingos a un grupo de amigos y amigas que pasaron a integrar el grupo ser, pero esa comunidad muy cerrada y forzadamente organizada duró muy poco, disgregándose sus miembros rápidamente.

Hacia el concepto definitivo de Comunidad Alippi Serra

Finalmente un día que me encontraba meditando sobre mi comunidad recordé lo que nos dijo la oficial del registro civil cuando nos caso a Ely y a mi: “Que estábamos conformando la más antigua y natural de las comunidades: la familia, cuyos cimientos son el matrimonio”.
Esta idea fue reveladora y tuve el primer insigth cuando advertí que “nuestra comunidad ya estaba formada y que la había estado viendo todo el tiempo, sin necesidad de organización alguna, ni reconocimiento por parte de sus miembros”… Era la comunidad afectiva constituída por el conjunto de nuestros seres queridos, es decir amigos y familiares a los que queríamos como a nuestra propia familia.
Con posterioridad, encontrándome estudiando el sacramento del matrimonio en el catecismo católico, leí dos cánones que me brindaron el segundo insigth:
El canon 1653 expresa:
La fecundidad del amor conyugal se extiende a los frutos de la vida moral, espiritual y sobrenatural que los padres transmiten a sus hijos por medio de la educación. Los padres son los principales y primeros educadores de sus hijos (cf. Ge 3). En este sentido, la tarea fundamental del matrimonio es estar al servicio de la vida (cf. Fc 28)
Y el canon 1654 dice:
Sin embargo, los esposos a los que Dios no ha concedido tener hijos pueden llevar una vida conyugal plena de sentido, humana y cristianamente. Su matrimonio puede irradiar una fecundidad de caridad, de acogida y de sacrificio.

El insigth que tuve fue el siguiente:

Existen hijos de la sangre, hijos de la ciencia (fecundación in vitro), hijos dados en adopción, e hijos de la vida. Hemos estado buscando y meditando sobre las primeras tres opciones y al final nos decidimos por seguir la cuarta alternativa: "los hijos de la vida". Entonces si la Virgen María nos llevó a conocer a su hijo Jesús hasta sentirnos como su propio hijo y con ello, hijo de Dios Padre y hermano del Señor, y luego el Señor, en nuestro andar espiritual, nos llevo a conocer al Padre y a experimentar místicamente, esto de sentirse como un padre de todos, a semejanza de los sacerdotes ministeriales y por el sacerdocio baustismal del que todos los católicos somos partícipes…, nuestros hijos de la vida serán todos nuestros afectos, tanto familiares, como amigos, y a ellos nos daremos, principalmente en la antes mencionada función educadora y de ellos recibiremos todo lo que necesitamos, desde el punto de vista del Amor y la felicidad. Nos daremos y se nos darán, así en forma semejante a cómo ocurre con el divino misterio de Dios, que siendo Padre, es al mismo tiempo  Hijo y con ello; Hermano nuestro por adopción. 

Conclusión:

Para que este difícil misterio se pueda percibir un poco más cercano a nosotros, los simples mortales... Tomaré prestado de las filosofías orientales una idea que puede expresar mucho mejor lo que pretendemos transmitir como hecho fundamental de nuestra comunidad afectiva Alippi y Serra, el hecho de "su finalidad"
Todos los amigos y familiares de este matrimonio son, a la vez maestros y discípulos nuestros, sin tener en cuenta su edad, creencia, condición social, ocupación, ni ninguna otra particularidad, ni especifidad. (Todos somos iguales ante la ley humana y todos somos hijos de Dios) Y los que los hace miembros de nuestra comunidad es tan solo la afinidad que le tenemos y que nos tienen. De ahí en más cada integrante de nuestra comunidad puede conformar a la vez otras muchas comunidades propias de las que podemos formar parte también, o no.
Nuestra comunidad es una comunidad libre y abierta en donde la sola afinidad integra a sus miembros y en donde esta integrada también la hermana naturaleza, con los hermanos animales y las hermanas plantas como nos enseño San Francisco de Asis, que por cierto también son maestros y discípulos nuestros, como las creaturas de Dios que son y por lo tanto con el don de la vida, a la que esta comunidad sirve en primer lugar. 


jueves, 10 de mayo de 2012

ESTABA ESCRITO QUE LEAS VINIERA A VIVIR A NUESTRA CASA


Leas sigue amoldándose a nuestra casa y nosotros a él, habiéndose logrado otra vez una convivencia armónica entre todos los ocupantes de la casa.
Una de las cosas que más le ha llamado la atención son los gatos. Los primeros días se miraban feo, particularmente con Renata, y en cuanto ésta se descuidaba el perro la salía corriendo. Ahora simplemente la huele y la otra lo mira fijamente, pero sin dejar de hacer lo que viene haciendo.
Fue muy divertido la otra noche cuando me fui a acostar más temprano que él. Recordemos que Leas duerme afuera en el lavadero, en alerta guardiana toda la noche. Pero ese día Ely todavía no se había acostado y por eso el perro estaba aún dentro de la casa. Cuando me recosté, vino el Conde, se subió a la cama y empezó a ronronear. De repente se nos acercó Leas y el sonido que hacía el gato lo puso sumamente curioso. Se paró con sus dos patas delanteras sobre el borde de la cama y apoyo su cabeza sobre mi cuerpo para quedar tan solo centímetros del gato. Y lo comenzó a observar y observar. El gato ni se mosqueaba mientras el perro se mostraba atónito. Fue muy gracioso verle su rostro “contemplativo”.
Todas estas escenas son muy divertidas y nos regocijan el alma.
También fue muy curiosa la primera noche que Leas durmió en nuestra casa. Como su territorio es el patio del fondo y la cochera cubierta, él esta muy atento a todos los que pasan por la vereda, habiéndole ladrado a unos cuantos transeúntes. Su ladrido nos llamó la atención, porque resultó ser mucho más ronco y fuerte, que el de la hembra labrador que teníamos antes. Pero lo curioso fue que su ladrido llamó también la atención de los perros del barrio que de seguro no conocían este nuevo integrante de la comunidad canina de Pueblo Alberdi. Entonces se lanzaron a ladrar todos juntos, perros grandes y chicos, todos a coro y durante varias horas. Fue realmente llamativo y por cierto, muy molesto, porque los vecinos no podíamos conciliar el sueño.
En eso Leas dio un fuerte ladrido al aire, ladró con mucha potencia y mucha ferocidad y a partir de allí, fue como si hubiera sido al fin aceptado por su nueva comunidad, porque todos los demás perros al fin se callaron.
Pero todavía falta por contarles lo más interesante de la venida de nuestro nuevo perro Leas.
La antigua dueña se puso en contacto con mi cuñada Andrea para que ésta le pasara nuestros teléfonos y para que la mantuviéramos al tanto de los progresos de Leas, aunque sea por facebook. Inmediatamente le mande un mensajito de texto a esta “Lorena”, diciéndole que podía ver información de su antiguo perro en mi página del facebook y en mi blog. (Le pase ambas direcciones).
Al día siguiente le mandé un nuevo mensajito preguntándole si había leído algo sobre Leas y me respondió que si, que había entrado al blog y que le había encantado lo que leyó y que iba a seguir atenta. Por eso esta entrada esta dedicada especialmente a ella, como para que sepa lo muy agradecidos que le estamos mi esposa y yo y para que tenga la certeza de que el perro estará en buenas manos y que aquí le daremos todo el cariño que este lindo perro se merece.
Pero algo de lo más curioso es que mientras nos mensajeabamos con Lorena, le pregunté si sabía la fecha de nacimiento del perro, y estuvo por momentos dudando, hasta que me mandó el siguiente mensaje:
“Le pregunte a mi hija, la dueña de Leas y casi me mata. Nació el 22 de abril (del 2010), el mismo día de su cumple y el día de la tierra. Los padres son perros de entrenamiento con chicos discapacitados. Me ligue un reto jajajja. Por eso las vacunas están en mayo (2010)”.-
Entonces se me cayó la mandíbula de sorpresa y tuve un Insight: Tal cual me había dicho días atrás mi amiga Analía, la instructora de yoga…, este Leas había venido para quedarse con nosotros, porque “estaba escrito” en el libro de la vida. Inmediatamente me puse a pensar en lo que se denomina la memoria genética y en el concepto análogo: memoria cultural que es la herencia de ciertos hábitos y comportamientos de los antepasados, en este caso los padres de Leas, y me di cuenta que este labrador tiene de seguro mucho del “oficio” de sus padres y ha sido enviado por Dios a esta casa para acompañarnos y cuidarnos, en especial a mi que como muchos de ustedes ya lo saben, tengo una discapacidad emocional producida por el trastorno bipolar.
Por otro lado también es una curiosa coincidencia que haya nacido el día de la tierra, ya que es del signo de Tauro y este signo zodiacal también es de tierra y por lo tanto materiático (apegado a la materia) por oposición a mi personalidad ideática (apegado al mundo de las ideas) y por este último motivo es que considero que Leas ha venido a contrarrestar un poco mi misticismo y mi intelectualidad, para sacarme a pasear” y ayudarme a hacer un poco de ejercicio, tal cual me lo sugirió también Analía, llegando tal vez algún día a suplantar a mi A.T. (Acompañante terapéutica) con quien venimos caminando lunes y miércoles desde hace aproximadamente dos meses, pero que tarde o temprano debo re-aprender a andar solo, sin el acompañamiento, porque eso es lo que se espera desde la perspectiva terapéutica. 


sábado, 5 de mayo de 2012

LAS ENSEÑANZAS DE LEAS


Pueblo Alberdi 5 de mayo de 2012 (9:10 hs)

Me dice Analía, mi amiga, instructora de yoga: “cachorro escriba…: Leas va a ser un buen amo para vos”, me dio gracia el dicho, sin embargo me recordó a mi viejo instructor de yoga; Oscar Renta, que me había dicho algo semejante respecto de un gato que tenía en los 90. Y la verdad que varias veces he sentido que los animales son también maestros que nos enseñan muchas cosas.
Sin ir más lejos, anoche estábamos viendo televisión con Ely y nos acordamos de cómo fuimos con algunos de nuestros animales, cuando estábamos solteros, y nos acordamos de cómo fuimos con Mía y como hemos sido siempre con nuestros gatos de ahora y pudimos darnos cuenta que con el tiempo hemos ido aprendiendo a ser mejores dueños. Con el tiempo hemos ido aprendiendo a ser más humanos con los animales. Y entonces observo la escena que “estamos viviendo” en este preciso momento y confirmo lo que siento y lo que acabo de sostener:
Estamos escuchando Opera con el Conde que está muy cómo sobre su almohadón del living, Renata está también plácidamente recostada en una silla también en el mismo ambiente, yo estoy sentado en el piso oliendo un sahumerio de sándalo y escribiendo, y lo veo a Leas que va por acá y por allá, olisqueando y curioseando todo. Huele los lugares donde se echaba Mía sobre la alfombra, me dan ganas de que haga como hacía ella y que se eche a mí lado. Pero Leas está conociendo, está lleno de energía y lo que menos quiere es echarse. Sigue yendo y viniendo y mirando la gente pasar por la ventana. Es como un adolescente al que uno no lo puede poner a “meditar”, no le puede ordenar que se quede quieto. Es un manojo de energía y lo máximo que he logrado hoy,  es que esa energía no se le desborde como se le desbordó ayer cuando llegó, o como ocurrió esta mañana cuando después de dormir toda la noche en el lavadero de afuera, lo hice entrar a la casa para que esté con todos los demás miembros de su familia.
¡Era pura energía que hasta llego a pegarse un salto y subirse a la cama donde Ely estaba todavía haciéndose una fiaca!
 Así como por compromiso se echó por no más de dos minutos cerca de mí, pero echarse y relajarse es demasiado para él y termina siendo demasiado para todos los demás integrantes. Leas “nos agita a todos” y ya se debieron levantar el Conde, y Renata que no se para dónde se han ido, pero de seguro han pensado: “Con esta tromba acá en el living no se puede estar tranquilos, nos vamos a otro rincón para estar a solas y dejarlo a este con nuestro dueño”, y entonces termino reconociendo que Leas me está enseñando a no quedarme quieto. Tengo que salir de mi inercia sedentaria, ponerle el collar y sacarlo a que gaste un poco de esa energía emocional acumulada.
 ¡Para eso nos está agitando este “amo” Leas en éste momento!
 ¡Quiere que lo saque a pasear y que le haga superar tanto estímulo doméstico y su encierro que ya lleva 24 hs!
Por su parte en este instante, como si me hubiera adivinado que ya he tomado la decisión de sacarlo a pasear, se recuesta al fin y se me queda mirando como esperándome ahora con más paciencia que yo cumpla con mi promesa. Recién ahora que el perro se ha dado cuenta de seguro que saldremos a “jugar” un rato, se ha quedado tranquilo y contento.  

11:37 hs.

Le puse entonces el collar y salimos a caminar, luego anduvimos por la plaza. Allí lo dejé libre y se portó muy bien, no se apartó demasiado de mí y no tuve que correrlo cuando vinieron los perros callejeros. Nos gustó la salida y recibimos varios piropos de mucha gente, no podía faltar el comentario de la señora miedosa que nos esquivo y me dijo que lo llevara con bozal. Finalmente regresamos a casa y luego de saludar enérgicamente a Ely, como si quisiera mostrar su alegría, bebió mucha agua y por fin se echó en el living cerca de mí pero no cuerpo a cuerpo como hacía la hembra. Este es macho y mantiene conmigo una saludable distancia e independencia, más allá de su ya manifestada lealtad.
Ahora si he comprendido la lección del “amo” Leas: Después de las largas noches de alerta guardiana solo en el patio de la casa, necesita salir por las mañanas a estirar las patas, a calmar tanta ansiedad acumulada, a mear cada árbol por el que pasa y a recrearse un poco antes de volver al encierro de su celda; “nuestro estimulante hogar- templo, donde suena la Opera” y se huelen aromas orientales.-  

viernes, 4 de mayo de 2012

ESPERANDO AL NUEVO INTEGRANTE DE LA FAMILIA


Viernes 4 de mayo de 2012

Como les escribí en el penúltimo párrafo de la entrada del 2 de mayo: “Las ultimas horas de nuestra perra Mía”… Mi cuñada Andrea y su esposo Mario, nos ofrecieron un labrador macho blanco, como de un año de edad.
Anoche vino Mario a casa y me dijo que si esta mañana estaba en casa, como a eso de las 10:30 hs. me traería el perro.
Yo me quedé medio aturdido, pues a la tardecita habíamos estado con Ely llorándola un poco a Mía, pues la extrañábamos bastante, pero ya habíamos tomado nuestra decisión de aceptar la oferta de estos “hermanos”. Así que me encomendé al Señor y le dije que lo trajera nomás, que yo faltaría a Casa Club una vez más (dado que esta semana no he concurrido ningún día) y lo iba a estar esperando para recibirlo, hacerle olisquear su nuevo hogar, dejarle que elija su sitio y presentarle a los gatos de la casa con mucha paciencia.
Durante estos dos días he estado recapacitando sobre dos asuntos:
En primer lugar he reflexionando sobre los mensajes que recibo en el facebook de los defensores de los animalitos domésticos, que sostienen que para no fomentar el comercio y el consecuente abandono de mascotas, no le compremos a los criadores, sino que adoptemos a los perros abandonados. Al respecto lo que nos esta a punto de ocurrir a nosotros es muy extraño, dado que adoptaremos, de manera gratuita, un perro de raza pura, de parte de una familia que ya no cuenta con espacio para continuar teniéndolo, dado que se han mudado de una casa grande con jardín, a un departamento con un patiecito muy pequeño.
¡Esto no deja de ser una bendición del cielo!
Puesto que el viejo amo y nosotros los nuevos, estamos cumpliendo en alguna medida con las prescripciones de los defensores de mascotas. Al menos así lo siento.
La segunda cuestión sobre la que he estado reflexionando, es a cerca de un cartelito que tienen en la veterinaria Narices Frías, donde hacíamos atender a Mía. El cartelito debidamente enmarcado dice algo como lo siguiente: “No llore la pérdida de su mascota, adopte una nueva”. Y
¡Hay que no hemos tenido ni tiempo de llorarla a Mía! como les vengo diciendo.
Son las 8:57 hs. y me hallo expectante y ansioso por conocer a Toto, el perro que nos regalarán y al que le cambiaremos el nombre por tratarse de una “adopción plena”, con cambio de identidad y todo. Nosotros lo acostumbraremos a que responda al nombre de L.e.a.s, que es un nombre muy creativo que eligió Ely para darle, dado que ella me dijo que este perro sería mío, pues ya me toca tener el perro macho que siempre soñé. Entonces le puso Leas en alusión al apodo con el que me llaman algunos de mis amigos: “Lea”. Pero si ustedes advierten, lo he escrito al nombre como una sigla, pues eso es en realidad y significa: Leandro Ely Alippi Serra.
Por otro lado le he pedido a Rosa, nuestra nueva empleada; que limpie con lavandina los pisos de la casa por donde anduvo Mía su último día. También le he pedido que hoy no se preocupe de limpiar a fondo, ni ordenar en demasía, sino más bien de atender y “mimar” un poco a nuestras plantitas, que por el bajón que hemos estado atravesando estos días previos, las mismas se han desmejorado un poco y se las ve tristes.
Así que estoy tratando de restablecer mi ánimo, ponerme fuerte y con energía suficiente para empezar el entrenamiento de un cachorrón que de seguro será medio torpón. También con la ayuda necesaria de Rosa, estamos dejando la casa lo más alegre posible, para empezar a recibir las visitas que, de seguro, querrán conocer a Leas. Además hoy también, como a eso de las 12 hs., nos traerán de la veterinaria, las cenizas de Mía, y haré una especie de pequeño ritual a la pacha mama, depositándolas en ese patiecito lleno de plantitas donde ella se echaba para tomar sol, acompañándome en mis meditaciones, cuando hacía esos solcitos matutinos agradables del otoño y la primavera. Rosa esta entonces arreglando con mucho cariño dicho patiecito, como un gesto más de ese ritual que mas que nada tiene el siguiente sentido y que lo he encontrado en la página apostólica de la web: www.corazones.org y que dice respecto de los animales:

“El respeto a la integridad de la creación Cf. Cat 2415.
Los animales, plantas y minerales, están destinados para el bien común de la humanidad. Cf. Gen. 1,28-31.
-la moral exige que se usen con respeto religioso a la integridad de la creación.
-el dominio que Dios concedió al hombre sobre la creación no es absoluto.
-hay que tomar en cuenta los derechos y la necesidad del prójimo, incluyendo las generaciones futuras.
-Los animales son criaturas de Dios.
bendicen y dan gloria a Dios con su simple existencia.
-Dn 3,56-57 "Bendito seas en el firmamento del cielo, cantado,
glorificado eternamente. Obras todas del Señor, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente."
.la capacidad de contemplar la naturaleza como obra de Dios, maravillarse y respetarla es una gracia que nos ayuda a amar a Dios y a ser humildes. Ej. San Francisco de Asís y San Felipe Neri.

También en este mismo momento se me está cruzando un pensamiento viajero por mi mente que me hace acordar de ustedes, “mis lectores”.
Las estadísticas de mi blog expresan que ya son 8.047 las visitas que tiene desde que el mismo fue creado. Señala además que la entrada: “Las últimas horas de nuestra perra Mía” tiene 27 visitas en dos días y la otra entrada: “Mía cruzó el río” tiene 15 visitas en un día. Mucho de este tráfico, lo he notado en los comentarios que me han estado haciendo en el facebook, pero todavía hay muchos lectores más que no dejan otra huella más que esta tímida encuesta que se genera automáticamente. A todos estos lectores les agradezco que me vayan acompañando en mi bitácora, les agradezco también que revelen un interés en el blog, que yo creía que no iba a tener mucho éxito y que las pruebas me están demostrando lo contrario, a pesar que no tenga mas que dos seguidores con nombre y apellido, a diferencia de otros blogs que tienen una cantidad innumerable de éstos y que participan activamente en los comentarios.
Se nota que mi blog tiene otro estilo, que no termino de entender del todo. Pero que me demuestra que la cosa no se trata solo de visitas aleatorias, pues existe una gran diferencia con mi primer blog: “El andar de un bipolar” que  se quedó con tan solo 800 visitas, mientras que este otro: “Mensajes para la Aldea Global”, sigue y sigue siendo visitado, por lo que estimo que al menos la mitad de las visitas son de lectores que leen las entradas y que se deben quedar “reflexionando” con sus contenidos y esto me alienta a seguir adelante en esta empresa de escritor autobiográfico y testimonial.

Son las 11:03 de la mañana. Como a eso de las 10:20 hs. me trajeron a “Leas”, es un hermoso macho “dorado”, muy pero muy simpático y bondadoso. Le hice olisquear primero la cochera y el patio, y él enseguida empezó a marcar terreno en cada planta que encontró. Se dio cuenta que su baño está en el patio del fondo y ahí nomás dejó su rastro, que se lo debe haber venido conteniendo durante el viaje desde Carlos Paz a Córdoba. Lo acaricié y lo abracé y enseguida se irguió en sus dos patas para abrazarme también él a mi, reconociéndome entonces como su nuevo amo. Le puse la correa de Mía en señal de sutil sometimiento, y le enganché la correa para hacerlo entrar al living por unos instantes donde estaba el Conde echado en su almohadón de siempre. El gato aunque alerta, ni se inmutó, haciéndose respetar como el gato adulto que es. El perro lo vio de reojo y ni se le acercó pero estuvo oliendo por largo rato el lugar de la alfombra donde se echaba Mía y donde quedó su cuerpo yaciendo. Después lo llevé a la escalera caracol que lleva a la terraza y que Mía nunca pudo subir un poco por miedo pero fundamentalmente porque ya padecía de artritis y no podía hacerlo. Leas enseguida hizo un intento y llego hasta el tercer o cuarto escalón. Todavía no entiende este “artefacto extraño” y hay que darle tiempo para que se anime y acostumbre a subir, pero estoy seguro que con paciencia de nuestra parte y esfuerzo de parte suya, lo logrará y podrá así expandir su territorio.
Se nota que el animal esta acostumbrado a estar fuera, porque el interior de la casa lo pone bastante nervioso, y ahora me he vuelto a escribir la experiencia de mutuo reconocimiento, dejándolo a él solo en la cochera y el patio. Lo espío por la ventanita de la cocina y lo encuentro olisqueando todavía, pero ya mucho mas tranquilo.
¡Así como asumido que este será su nuevo hogar...!
¡Gracias a sus viejos Amos por tan bello regalo! Acá lo sabremos educar y le daremos todo el amor que la mascota se merece. Mientras tanto yo me voy a seguir con el adiestramiento y a continuar cultivando mi curiosidad y “sorpresa”.-

Nuestro nuevo perro Leas