HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA. LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS. ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.
viernes, 31 de mayo de 2013
ARTICULO DE LA NACIÓN SOBRE EMPRESAS SOCIALES
Empresas sociales
Emprendimientos que cambian el paradigma
económico y priorizan la inclusión social de grupos vulnerables
No vienen a plantear soluciones mágicas ni utopías
impracticables. De hecho existen movimientos religiosos y sociales que desde
siempre vienen implementando un modelo de producción centrado en el desarrollo
de los grupos más vulnerables.
Sin embargo, en un mercado que cada vez muestra más grietas a la hora de
generar igualdad de oportunidades y una redistribución equitativa de las
riquezas, las empresas sociales se están abriendo camino al demostrar que es
posible ser rentables y cuidar el medio ambiente, a la vez que contribuyen a
solucionar problemas sociales latentes.
Cooperativas, emprendimientos productivos que surgen de organizaciones
sociales, fábricas recuperadas y empresas de comunión son sólo algunos ejemplos
de esta nueva economía con rostro humano.
"Los problemas sociales y ambientales que tenemos hoy en el mundo son
de tal magnitud que no hay gobierno alguno ni filantropía u ONG que puedan
abordarlos. Por eso, además de ellos necesitamos poner la fuerza del mercado
para que cada una de nuestras decisiones de compra y venta aporte a su
solución", explica Pedro Tarak, cofundador de Emprendia y primer
representante de Avina en América Latina.
Lo que define a la empresa social es ser una iniciativa autosustentable que
persigue un objetivo social y no distribuye dividendos. Esto quiere decir que
todas las ganancias generadas son reinvertidas para la mejora del producto o
servicio. "A mí me gusta hablar de empresas comerciales creadas para
resolver problemas ambientales y sociales. Y donde las decisiones se centran en
respuestas a este tipo de problemas y el lucro financiero se convierte en
instrumento para tal fin", agrega Tarak.
Se podría decir que a grandes rasgos existen dos tipos de empresas sociales:
las que en su proceso productivo generan oportunidades de empleo o de mejora de
ingresos a personas en situación de vulnerabilidad como pequeños productores,
personas con discapacidad y jóvenes en situación de riesgo o las que a partir
de un negocio social generan beneficios logrando que los sectores más pobres
puedan acceder a productos y servicios que son críticos para mejorar su calidad
de vida, como la salud, el acceso al agua o la vivienda.
Pero la verdadera hazaña es que estas iniciativas asumen el compromiso - y
también los costos - de abrazar este cambio de mirada que modifica de manera
esencial toda la operación de su empresa, ya que incide en su forma de
gobierno, en su cadena productiva, en su relación con todos los grupos de
interés o en cómo define sus precios.
Mariela Carrizo, de 29 años, con suéter de lana y chaleco rojo, mira
concentrada los cartones que tiene entre sus manos. Parecería que los acaricia
mientras va plegando los costados hasta armar una caja que luego será vendida
en algún local de Caro Cuore. Tiene síndrome de Down y en cada gesto de su cara
deja traslucir el placer que siente al sentirse útil. Vive en Los Polvorines,
provincia de Buenos Aires, y de lunes a viernes se toma dos colectivos y un
tren para llegar a las 8.30 a su trabajo en el Taller Protegido Barrio Parque
Quirno, de Hurlingham.
Ella junto a otras 37 personas con discapacidad mental son el corazón de
este proyecto que se gestó en 1978 para darles una salida laboral después de
que terminaran su etapa escolar. Se agrupan en mesas para diferenciar las
tareas en las que todos se entregan con especial devoción. Con un orden que
envidiaría cualquier fábrica de producción, los trabajadores doblan, pegan,
cortan y arman productos de todo tipo y color. "Priorizamos los trabajos en función de la urgencia de los pedidos y
nuestro principal objetivo es conseguir que todas las manos estén ocupadas, más
allá de que haya un trabajo mejor pago, pero que deje a la mitad inactiva.
Nosotros los dividimos en 3 niveles en función de sus capacidades y les pagamos
sueldo, aguinaldo y vacaciones", explica María Busconi, presidenta del
taller, mientras acompaña con los ojos el trabajo que su hijo Daniel, de 50
años, realiza con unas bolsas.
Cuando allá por 2007 La Usina -una ONG liderada por la emprendedora social
Bea Pelizzari que tiene como objetivo promover un cambio de actitud con
respecto a la discapacidad- empezó a realizar un relevamiento de los talleres
protegidos para ver cuál era su realidad y la mejor manera de ayudarlos, el
Taller Quirno fue uno de los consultados. Con el diagnóstico a cuestas se hizo
evidente que era necesario mejorar su capacidad ociosa, reducir los costos de
estructura y ampliar la llegada barrial. Así fue como desde La Usina surgió la
idea de fundar la empresa social RedActivos, una suerte de alianza con 15
talleres protegidos a los que darles escala, capacidad de gestión y la
posibilidad de llegar a grandes clientes. "Conocer a RedActivos nos cambió
la vida porque nos hizo pensar en cuánto nos cuesta producir. Además, si no
fuera por ellos nosotros jamás hubiéramos podido llegar a empresas como
Unilever, DirectTV o YPF", explica Busconi.
Hoy, RedActivos se dedica a la venta y distribución de productos y servicios
generados por personas con discapacidad que logran, así, aumentar sus
oportunidades laborales y libertad económica. De esta forma comercializan
artículos como portadocumentos, centros de mesa, cajas navideñas, servicios de
catering, manteles descartables de papel, y cajas de cartón y ecobolsas, entre
otros.
"Lo que te pasa con las empresas sociales es que siempre podés perder
el foco porque el objetivo no es vender más, entonces la decisión sobre qué
productos hacer es básica. En este tipo de proyectos el índice de facturación
no es tan representativo del desarrollo de la empresa social, sino que el valor
más importante es poder darle un trabajo digno a la mayor cantidad de
personas", afirma Paula Cardenau, presidenta de RedActivos y Advisor en
Ashoka en negocios sociales.
La
innovación del proyecto consiste en haber logrado la articulación de diferentes
actores que aportan lo suyo para valorizar el trabajo de las personas con
discapacidad: los talleres protegidos, las universidades que transfieren su
conocimiento, los voluntarios corporativos que dan capacitación a los
emprendimientos, las empresas cliente que compran a la red y los inversores que
facilitan el acceso al dinero para la compra de materias primas, insumos o
logística.
Después de un camino recorrido, RedActivos cuenta con más de 60 clientes, da
trabajo a 450 trabajadores con discapacidad y ha conseguido que más de 500.000
personas consumieran un producto elaborado por personas con discapacidad.
"El desafío más grande de la empresa social es que todos los grupos
vulnerables necesitan de un acompañamiento mucho más personalizado y eso genera
costos mucho más altos", agrega Cardenau, mientras reconoce que si bien
pensaron que lo más difícil iba a ser conseguir empresas que les compraran los
productos, actualmente su foco está puesto en contactar a más talleres
protegidos para sumar a la red.
RedActivos forma parte de un movimiento que está dando nacimiento a una
nueva economía que está redefiniendo las reglas de juego del mercado. "Hoy
las empresas están redirigiendo su capacidad de compra a emprendimientos que
tienen un foco diferente, otro valor agregado. Y el producto que generamos
también tiene un impacto en el consumidor porque le cambia su mirada sobre la
persona con discapacidad y ahí vas ganando escala", concluye Cardenau.
Una de las mayores dificultades de las empresas sociales es conseguir el
capital inicial necesario para poder poner en marcha su idea. Para eso, todos
los entrevistados señalan que es necesario crear mecanismos creativos de
financiamiento que se adecuen a las necesidades particulares de este tipo de
emprendimientos.
"Todos los desocupados tenemos que cargar con el estigma de que
queremos subsidios o vivir de arriba, cuando en realidad lo que necesitamos es
financiamiento para poder arrancar nuestro proyecto. Por suerte nosotros
recibimos ayuda del GCBA, del Ministerio de Trabajo de la Nación y del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia", cuenta Cristina
Mangravide, presidenta de la Cooperativa Los Pibes del Playón.
A una cuadra de la Bombonera y a 2 de Caminito, una pareja de turistas
brasileños entra en un negocio a comprar alfajores Porteñitos y cajas de madera
para llevarse un recuerdo de sus días porteños. Lo que no saben es que al
hacerlo están contribuyendo con el bienestar de las familias de las 22 personas
que integran esta cooperativa. Los
bienes y servicios elaborados por las empresas sociales benefician a personas
de grupos vulnerables.
Este local a la calle en el que se realiza venta directa, también tiene
fabricación a la vista. Allí se puede apreciar a las cocineras cortando la
manteca o hundiendo sus manos en los tachos industriales de dulce de leche.
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