ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

jueves, 24 de julio de 2014

VEJEZ, ENFERMEDAD Y VOLUNTAD

El viejo sufrió un A.C.V. Fue el 4 de abril. Estuvo en terapia intensiva, después lo pasaron a una habitación común del Sanatorio y finalmente fue a su casa con una internación domiciliaria.
Él y mamá estaban acostumbrados desde hacía años a vivir solos en su departamento del Bolivar y de repente se vieron inmersos en esa internación, con enfermeras las 24 hs y dos fisioterapeutas que se turnaban uno por la mañana y otro por la tarde.
La casa paso a estar habitada por los técnicos y profesionales, y también por nosotros sus hijos que nos empezamos a turnar primero de a dos y después de a uno, para acompañarlos o para reemplazar a las enfermeras cuando estas salían de franco.
Estamos a 22 de julio, han pasado algo más de tres meses y ellos han puesto tanta voluntad que papá ya está caminando por sus propios medios, sin haber perdido nunca la lucidez. Su casa ha pasado a ser un desfiladero de gente, sus hijos, nietos, familiares y amigos los vamos a visitar muy a menudo. En esa casa donde por muchos años reinó el silencio y la tranquilidad, de repente se ha convertido en una especie de club social.
Allí festejamos el cumpleaños de la mamá, el día del padre, allí vivimos el mundial. Pero también estuvimos de a pares acompañándolos sábados y domingos. Allí hemos hecho tertulias de hermanos hasta altas horas de la noche, poniéndonos al día con asuntos familiares y personales. De esa crisis familiar y de ese departamento, surgió la necesidad de reunirnos en asambleas de hijos cada vez más frecuentes, para resolver entre los cinco; asuntos del personal, cuestiones económicas, temas de medicina, rehabilitación y seguridad social, también la ortopedia, los problemas del consorcio y como si fuera poco; cortes de luz y de gas, dado que las instalaciones del edificio están más viejas que los viejos que allí habitan y dicen que cuando se vienen los males, se vienen todos juntos, pues así ha sido en el Bolívar, hasta un hurto hormiga de parte de la mejor de las enfermeras que tuvimos, debimos afrontar. El descubrimiento lo hizo mamá y Juan Arturo, el hijo mayor, debió despedirla con la consecuente transición crítica hacia el nuevo plantel.
Crítica porque como lo he dicho esta enfermera, lamentablemente deshonesta con lo ajeno, tenía por otra parte gran calidez humana con el viejo y mucha idoneidad técnica en su tarea, pero habiéndosele perdido la confianza, debió prevalecer necesariamente el drama, por encima de la empatía que todos le teníamos. Y fue crítica también la transición porque debimos empezar a entrevistar a nuevas enfermeras y pasaron varios días hasta que pudimos contratar a las nuevas. Pasaron varios días, hubieron idas y venidas y papá de a ratos se descontrolaba, muy probablemente por la pena de haberla perdido, muy probablemente porque las nuevas no lo comprendían del todo en un comienzo y esto le pesaba.
Pero todo lo fuimos sobrellevando y entre todos. La crisis de salud de papá se extendió a lo familiar y a lo económico. Sin embargo se fue internalizando hasta que empezó a pasar y pudimos continuar haciendo nuestras vidas, más o menos en forma normal. A éstas le sumamos más atención a los viejos, pero sin dejar de hacer nada de lo que hacíamos. Y a ellos se les sumaron más ocupaciones, pero poco a poco empezaron a recuperar su serenidad.  
A todo le íbamos haciendo frente como un verdadero frente afectivo y solidario.
También se resolvieron cuestiones jurídicas y administrativas; los viejos firmaron poderes y empezaron a delegar funciones administrativas, que hasta el momento del accidente habían mantenido orgullosamente como uno de sus baluartes de autonomía y vigencia en la tercera edad.
Pero como les digo, todo ha ido pasando y este fin de semana pasado el papá salió con Juan Arturo y su nuera Alicia ya en dos oportunidades, una a un bar y otra a la casa del hijo a almorzar. En ambas oportunidades salió sin silla de ruedas, sin andador, sin siquiera bastón. Salir de la casa fue de lo más significativo y simbólico.
¡Mucha voluntad le han puesto los viejos! Y también mucha voluntad le hemos puesto nosotros sus hijos y le seguiremos poniendo, pero algo extraño ha ocurrido y nos ocurre siempre ante situaciones de crisis familiares: ¡La cosa nos ha unido muchísimo a todos y nos hemos demostrado que somos un muy buen equipo!


  


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