COMIENZA A ACLARAR

La larga noche oscura del alma que ya va por los dos meses, esta empezando a aclarar de una vez por todas… Puedo vislumbrar el alba y para esta mañana algo me dice la vida:

“Tendrás que ganarte otra vez tu autonomía”

Esto por cuanto pareciera que el equipo terapéutico que me acompaña no piensa igual que uno y para ellos el alta pareciera no llegar nunca, daría la sensación que siempre hay mas y mas objetivos terapéuticos para alcanzar y que hay que pelear por ese alta con uña y dientes para luego de alcanzada o mas bien “arrancada” seguir luchando para conservarla como un nuevo desafío personal.

SE VA CERRANDO EL CIRCULO

El lunes de la semana pasada realice un ritual simbólico para el que me venía preparando desde hacía tiempo: Recibi el título de Procurador y jure ejercerlo con honor, por la patria y los santos evangelios. Esto aunque ya tuviere el título de Abogado desde hacía diez años y siendo que este ultimo lo contiene a aquel.

La idea que se me cruzó por la cabeza hacía como un año atrás, y para lo cual debí realizar muchos trámites, era solicitar a la Facultad de Derecho un acto solemne y simbólico recibiendo en forma privada por parte del Decano, el referido título menor, como para de ahí en mas, “sentir” que fui, soy y seré procurador y desde hace ya muchos años, tal vez aún antes de recibirme y actuando siempre como simple administrado frente a la administración pública, sea en interés propio o de terceros, debiéndome hacer acompañar por los propios interesados ante mi carencia de matrícula y en virtud de mi condición de retirado.

El símbolo consistía en lo siguiente:

Si durante más de diez años había ejercido como procurador, ese lado gestor o ejecutivo del Derecho, y aún a pesar de mis grandes limitaciones ejecutivas…, pues a partir del año pasado en que por gracia de Dios, pude contar con un colega socio que comenzó a ejercer esa función procuradora, por mi delegación, pues consideré que ya era tiempo de retirarme en los hechos y ya no solo desde la perspectiva del derecho, pasando a ser de ahora en mas, solamente Abogado Asesor de las familias vulnerables, es decir un teórico y ya no mas un práctico, como es mas propio de la condición de jubilado y siempre desde una perspectiva muy humilde y modesta, como lo he dicho ya en varias oportunidades…, a la manera de Laborterapia y rehabilitación profesional, desde mis ambientes protegidos y como para sentirme vigente y activo en lugar de pasivo y out del mercado laboral.

Decía un algo así un sitio de discapacitados que encontré cierta vez y que por haberlo perdido no lo puedo referenciar:

“No puedo con este trabajo pero lo puedo organizar”

Una vez recibido el título por parte del Decano, se lo ofrecí a mi señora que fue la que mas me ayudo a concluir mis procuradurías de todos estos diez años en que me venia desempeñando como tal. También se lo ofrecí a mi amigo Baltasar que esta a una materia de recibir su título intermedio, como para inspirarlo a que lo gestione y comience a trabajar como Diplomado en Ciencias Sociales y Humanidades y antes de alcanzar su Licenciatura en Relaciones Exteriores.

Los tres estuvimos en el simple y emotivo acto, el decano nos saludo muy afectuosamente, hizo un par de bromas como para amenizar y de ahí nos fuimos a la  Candela a comer locro y empanadas, para terminar brindando con coca cola, ya que no se nos permite beber vino, menos estando convaleciente como lo estoy por estos tiempos y como lo estuve curiosamente cuando recibí mi título de Abogado que se lo dediqué en aquel momento a quienes me ayudaron en esa etapa: mi madre y mi ex esposa. Así entonces se cerró perfectamente el círculo y cada persona que me ayudo a titularme recibió mi devolución. Tal vez hubiera sido mejor al revés pero así fueron las cosas y hay que aceptarlas.

Yo por mi parte se que si Dios me concede la gracia, el título mayor al de abogado, el de Master en Educación que estoy cursando, se lo dedicaré a mi verdadera esposa: Ely.

¿QUE ES LA NOCHE OSCURA DEL ALMA?

Directorio de Espiritualidad Carmelita

La metáfora de la noche oscura de Juan de la Cruz nos recuerda que la experiencia del amor de Dios no es siempre una experiencia punta de la unión de toda la creación. En la noche oscura el amor de Dios se acerca de una manera que parece negarnos. En la noche parece que Dios está contra nosotros. Pero Juan sostiene que nada en el amor es oscuro o destructivo, pero por quienes somos y por la purificación que necesitamos se experimenta el amor como oscuro.

Juan nos da una descripción convincente de los momentos de la vida cuando se desvanecen las consolaciones y orar es imposible. El deseo está aún presente pero se ha agotado buscando liberarse de los ídolos. El teólogo Karl Rahner comentó que todas las sinfonías de la vida permanecen inconclusas. En cada relación, en cada posesión en algún momento surgirá esa sensación de carencia. Esta frustración del deseo y la atracción por algo más allá, es la inquietud que causa la continua invitación de Dios a una unión más profunda.

Cuando los dioses mueren durante la noche, se eclipsa la personalidad. Carl Jung, el psicólogo, dijo que no podía distinguir los símbolos de dioses de los símbolos que representan al ser humano. Cuando una persona pierde su Dios-símbolo la personalidad comienza a desintegrarse. Esta afección oscura permanece hasta que emerge un nuevo símbolo-Dios o se establece una nueva relación con el símbolo-Dios antiguo.

El consejo que da Juan de la Cruz durante estas crisis en la vida es de mucha ayuda. Nos asegura que el amor de Dios está en algún lugar presente en medio de los desechos de la vida, pero que inicialmente no será experimentado como amor. Juan aconseja paciencia, confianza y perseverancia. Esta actividad amorosa de Dios nos libera de los ídolos y restablece la salud de nuestras almas. Los "dioses" se mueren en la noche y el alma necesita pasar por un proceso de sufrimiento. El camino incorrecto sería solucionar o sanar esta condición artificialmente, o negarla totalmente. Juan aconseja enfrentar la condición, entrar en ella con paciencia, y allí donde el corazón esté luchando con más fuerza estar atentos a la llegada del amor. Juan nos invita a una "atención amorosa" en la oscuridad; es tiempo de ser un guardián en la noche. La contemplación es una apertura al amor transformante de Dios, especialmente cuando éste aparece disfrazado.

La intensa experiencia que Juan llama la noche del espíritu es simultáneamente una fuerte experiencia de nuestro pecado, de la finitud de nuestra condición humana, y la siempre emergente trascendencia de Dios. Mientras se está en esta condición las palabras carecen de significado. Juan escribe que es tiempo de "moler el polvo". Todo lo que uno puede hacer es realizar el próximo acto de amor que se presente. En el desierto el peregrino continúa su viaje existencial, apoyado en una verdadera fe bíblica. Juan está convencido que sólo esta fe purificada es el contexto en el que se puede dar una relación con Dios. Como le pasó a Teresa de Lisieux que su pensamiento sobre el cielo se le desvaneció, al peregrino que ya no posee el objeto de su esperanza, se le recuerda que la esperanza es aquello que aún no posee.

Los escritos de Juan no se regodean en el sufrimiento. Su poesía y sus comentarios, están todos escritos desde el otro lado de las luchas. La noche se ha convertido en una experiencia iluminadora y en una guía más veraz que el día. La llama que una vez ardió ahora es cauterizada y sanada. Y la ausencia que lo llevó a la búsqueda del Amado se revela como una Presencia compasiva escondida en su anhelo.

Fuente: http://www.palabracubana.org/2007-09/noche-ocsura-4.htm

LAS SIETE VIDAS

Me gusta una enseñanza que aprendió mi esposa de parte de su abuela que dice mas o menos así:
“todas tenemos 7 velos, decía; el primero se revela ante la sociedad, el segundo ante los conocidos, el tercero ante el vecindario, el cuarto ante la familia, el quinto ante los mejores amigos y el sexto ante el esposo y el séptimo velo que les resguardaría la intimidad mas intima solo se revelaría ante Dios”
Esta enseñanza me parece apropiada compararla con las 7 vidas de los gatos para nosotros los hombres.
Tal cual los gatos, varias veces me han dicho que siempre caigo bien parado, aunque me doy cuenta que he perdido varias vidas tal cual se dice de los felinos y la verdad que no se cuantas me restarían en este presente, mas bien me gustaría contarles otra enseñanza que me ha brindado hoy mi acompañante terapéutica:
“Cada día es una pequeña vida y en cada día tenemos una misión concreta de manera diaria”
Así que habría muerto al final de cada día más de 14.000 veces que resulta de multiplicar mis 41 años por 365 días.
Lo que yo le agregaría a esta enseñanza es que he resucitado también muchas veces, por lo menos una vez al año para pascua de resurrección o quizás hasta estas 14000 veces después de cada muerte diaria.
Pero yéndonos al grano, existe un intimidad que nunca revelaré en esta o estas muchas vidas y que solo se la mostraré a Dios el día de mi juicio final.
Habría entonces descubierto públicamente el cuerpo y el alma, pero todavía le queda a esta alma el último velo o la ultima vida que me la protegerá durante mi derrotero por esta tierra y que me lo reservo solo para mi, para mi intimidad mas íntima y para compartirla nada mas que con Dios, habiendo superado así mi etapa anterior de vida, aquella donde el desafío de todos los que tienen entre 20 y 40 años aproximadamente deben superar. Esto es: aislamiento vs. intimidad.

Fuentes:
1)      http://zonzamas-peregrinoeterno.blogspot.com/2010/08/los-siete-velos-de-separacion.html
2)     http://es.wikipedia.org/wiki/Erik_Erikson