LAS SIETE VIDAS

Me gusta una enseñanza que aprendió mi esposa de parte de su abuela que dice mas o menos así:
“todas tenemos 7 velos, decía; el primero se revela ante la sociedad, el segundo ante los conocidos, el tercero ante el vecindario, el cuarto ante la familia, el quinto ante los mejores amigos y el sexto ante el esposo y el séptimo velo que les resguardaría la intimidad mas intima solo se revelaría ante Dios”
Esta enseñanza me parece apropiada compararla con las 7 vidas de los gatos para nosotros los hombres.
Tal cual los gatos, varias veces me han dicho que siempre caigo bien parado, aunque me doy cuenta que he perdido varias vidas tal cual se dice de los felinos y la verdad que no se cuantas me restarían en este presente, mas bien me gustaría contarles otra enseñanza que me ha brindado hoy mi acompañante terapéutica:
“Cada día es una pequeña vida y en cada día tenemos una misión concreta de manera diaria”
Así que habría muerto al final de cada día más de 14.000 veces que resulta de multiplicar mis 41 años por 365 días.
Lo que yo le agregaría a esta enseñanza es que he resucitado también muchas veces, por lo menos una vez al año para pascua de resurrección o quizás hasta estas 14000 veces después de cada muerte diaria.
Pero yéndonos al grano, existe un intimidad que nunca revelaré en esta o estas muchas vidas y que solo se la mostraré a Dios el día de mi juicio final.
Habría entonces descubierto públicamente el cuerpo y el alma, pero todavía le queda a esta alma el último velo o la ultima vida que me la protegerá durante mi derrotero por esta tierra y que me lo reservo solo para mi, para mi intimidad mas íntima y para compartirla nada mas que con Dios, habiendo superado así mi etapa anterior de vida, aquella donde el desafío de todos los que tienen entre 20 y 40 años aproximadamente deben superar. Esto es: aislamiento vs. intimidad.

Fuentes:
1)      http://zonzamas-peregrinoeterno.blogspot.com/2010/08/los-siete-velos-de-separacion.html
2)     http://es.wikipedia.org/wiki/Erik_Erikson