ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

martes, 1 de noviembre de 2011

SEAMOS LOS BLOGUEROS MAS PRODUCTIVOS

 Cuando le pedimos a Dios es solícito en concedernos lo que nos hace falta.
Hace un tiempo advertí que estaba muy abandonado a mi pasión escritora y que estaba produciendo poco y nada… De producir en el sentido usual del término, es decir “materializando”.
Le pedí entonces a Dios que me suspendiera por un tiempo mi inspiración para ponerme a realizar obras, y fue rápido en concederme mi deseo… Se me fue toda inspiración y solo he creado dos o tres articulitos muy poco simbólicos desde ese entonces, ya hace más de un mes. Se que lo que estoy escribiendo guarda un incita contradicción, pues los escritos también pueden considerarse “materializaciones” y en realidad lo son, pero para un escritor prolífico muchas veces pueden convertirse en un vicio con el que no se logra ningún resultado saludable, sino tan solo la obsesión de andar escribiendo todo pensamiento que se nos cruza por la mente, sin llegar a concretar ningún cambio en nuestras vidas, de aquellos que nos son tan necesarios emprender para estar mejor con nosotros mismos y con nuestro entorno.
A veces la vida nos pide a gritos que nos ocupemos de ciertas labores cotidianas, para una mejor convivencia con quienes vivimos y nosotros estamos absortos en nuestras obsesiones y manías, demorando nuestra “entrega” a los que nos quieren, necesitan y reclaman. Eso es darse a si mismo de manera excesiva, eso es más bien abandonarse a si mismo, o como lo dije al principio: eso es abandonarnos a nuestros vicios y pasiones. Esto no está nada bien, por cierto, y muchas veces para progresar en la convivencia debemos “saber parar” con aquellas obsesiones. Debemos decirles basta, debemos suspenderlas. Debemos aprender a abstenernos de nosotros mismos y comenzar a alimentar a los demás en definitiva, que están deseosos de comulgar con nosotros.
Comulgar en sentido estricto significa tomar la santa comunión del cuerpo y la sangre de Cristo. Pero en un sentido figurado comunión significa: Compartir con otro u otros los mismos principios, ideas, sentimientos.
Resulta obvio entonces que cuando la mujer esta desviviéndose para administrar los pocos o muchos recursos con que cuenta un hogar para llevarlo adelante y mantenerlo, no está comulgando con el marido, en el sentido figurado antes transcripto, que está “donando” sus escritos a toda la aldea global sin restricción alguna, pues se puede entender, en cierta medida, que el marido se halla dilapidando, casi, casi en forma pródiga, en lugar de entenderse erróneamente que esta actuando de manera generosa con la Comunidad.
Esta reflexión se me vino a la mente cuando cierta mañana estando con Gabriela, una de mis AT’s, abrió el Código Civil, así al azar, y de un lado leyó: “Derechos de la mujer” y del otro lado de la página estaba: “Propiedad Intelectual”.
El mensaje para mí fue muy claro y fue muy claro también que provenía del Espíritu Santo y bajo ningún punto de vista provenía ningún espíritu maligno: “Es un derecho de la familia el derecho de propiedad intelectual del hombre escritor”.
 Visto desde otro punto de vista: una producción literaria o de cualquier arte es para el artista casado un bien ganancial y solo puede disponer de él, por ejemplo donándolo, quien sea dueño exclusivo de su obra, es decir la persona soltera. El hombre casado se debe a su familia y esta a la Comunidad.
Me será difícil cumplir con esta pauta del Espíritu Santo, porque poner en acto el derecho de propiedad intelectual es algo muy difícil en el mundo de hoy. Pero lucharé por lograrlo y a esto me refería con tratar de ser más productivo.

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