ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

martes, 22 de noviembre de 2011

ELY Y MIS MOMENTOS NEGATIVOS


Van pasando los días y la mente oscura sigue haciendo estragos… Alguna de mis acompañantes terapéuticas me dijo: “decir no tengo ganas es lo mas fácil” y el psiquiatra del centro de día expresó por su parte: “el no ya lo tenemos de entrada”
Los mensajes parecen claros: los que estamos atravesando una etapa de negativismo, debemos intentar sobreponernos y decir si… ¡Pero cuánto cuesta decir si voy al centro de día, cuando nos invade el sueño a la mañana luego de la medicación para dormir de la noche anterior!  ¡Cuánto cuesta decir: me voy a poner a estudiar para la Maestría! y efectivamente ponerse a hacerlo…, cuando lo único que tenemos ganas de hacer (y no tanto) es echarnos en el zofá hasta que llegue la hora de almorzar y para después poder irnos a dormir de nuevo como un mero escapismo de nuestra realidad adversa, o cuando dan ganas de tomarse unos mates con alguno de nuestros seres queridos en la falsa creencia que ese diálogo nos levantará el ánimo y aún cuando llega el momento del diálogo y no nos sale tema de conversación por nuestro vacío mental.
Dicen los médicos que a las personas que estamos atravesando momentos como éstos, así de negativos, nos falla el ingeiner, es decir; el motor de arranque que pone en funcionamiento la voluntad.
Y la cosa es así como cuando a un auto le falla el burro: por lo general necesitamos de un empujón externo que nos ponga en funcionamiento.
Para esto están los cuidadores naturales que son nuestros familiares, aunque en los últimos tiempos esta tarea ha venido siendo delegada a los acompañantes terapéuticos, todos profesionales de la salud mental y expertos en decir las palabras justas, sin expresar emociones negativas desmerecedoras de la personalidad del paciente, como son las que suelen decirnos nuestros cuidadores ya cansados de tanta mala vibra. Por ejemplo cuando nos dicen con los ánimos caldeados: “sos un vago”, “no haces nada”, “no colaboras con nada” o cosas por el estilo. Adviértase que en todas estas expresiones se encierra una negación a la valía de la persona afectada por la depresión o el bajón.
Cuando el cuidador logra contener esos desmerecimientos al paciente y delegar el hecho de “empujarlo” para que arranque, al acompañante terapéutico, es cuando se logra uno de los objetivos fundamentales de la psico-eduación familiar: la baja expresión de la emotividad agresiva y negativa.
Ahora esta baja expresión de la emotividad nada tiene que ver con la resignación, la indiferencia o el abandono, que son muy graves para el paciente y para la familia por la nula expresión afectiva que merecen estas acciones u omisiones. Expresión afectiva de lo más necesaria para la recuperación del paciente y de la familia.
El familiar debe relajarse en la labor de los acompañantes terapéuticos y éstos suelen lograr lo que los cuidadores no logran, como por ejemplo que este bipolar se haya puesto a estudiar al fin para la maestría cuando tenía su organigrama de estudio atrasado desde hace más de diez días. Logran cosas como que el paciente haya decidido continuar con sus estudios en lugar de dejarlos inconclusos, tal cual le había expresado con esta intención y con argumentos de supuesto peso, a su familiar.
El cuidador entonces no esta para hacer de acompañante terapéutico. El familiar esta para cuidar del enfermo y hacerlo sentir querido y protegido aún dentro de los procesos de crisis mostrando su sola presencia y compañía.
Una esposa como Ely, que se ha puesto a afrontar sola esta crisis, estando presente, siempre estando, realizando gran parte de las labores ejecutivas y funcionales que merece el mantenimiento del hogar y de la pareja… una esposa que se ha empezado a ocupar de hacer su propia vida, sin ningún tipo de simbiosis conmigo como seria por ejemplo poniéndose mal cuando yo estoy mal o poniéndose bien solo cuando yo lo estoy, dependiendo en definitiva de mi estado de ánimo y de mi funcionalidad.
Una cuidadora como Ely que siempre esta a mi lado, acompañándome, aunque llevando por otro lado su propia vida adelante, y hasta ayudándome con la mía hasta cierto punto y en lo que no les corresponde a las acompañantes terapéuticas. Esta es una esposa y cuidadora suficientemente psico-educada. Todo esto sin perjuicio de que extrañe mi estabilidad, que piense que “me va a tener de nuevo con ella” recién para esta Navidad, y desahogándose de vez en cuando con pequeños llantos por las muchas responsabilidades que ahora le tocan sobrellevar y recibiendo como es lo correcto y mínimamente un abrazo sentido y comprensivo de mi parte, un abrazo que la calma un tanto, tal vez hasta la llega a contener un poquito, un abrazo que le sugiere de seguro: Mi mente no esta presente contigo por estos tiempos, pero mi alma no te abandona, ni la tuya me abandona a mi. Cuidar debidamente a un enfermo siempre fue y será hospitalario y Ely es de lo más hospitalaria conmigo y con todos sus afectos.

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