ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

miércoles, 30 de mayo de 2012

INCONSISTENCIA


Miércoles 30 de mayo de 2012 a las 12:44, hora en que empiezo a escribir este mensaje que espero terminarlo antes de las 14, hora en que quiero ponerme a cocinar para recibir a Ely con algo calentito.
Abro el freezer y veo cuatro hamburguesas de pollo listas para echar a la plancha y para acompañarlas con una sencilla ensalada mixta.
¡Todo fácil y buena onda!
Me hallo escuchándo música clásica, de a ratos, dado que de vez en cuando se me corta la comunicación de la radio on line de la 100.
¡Siento una emoción…! y estoy tratando de descubrir cuál es porque deseo llegar luego a un “sentimiento acabado que marque al fin un corte”.
Mi seño fruncido me da el indicio de que se trata de una preocupación y ésta en definitiva me lleva nada más y nada menos que al miedo. Lo puedo deducir por mero razonamiento y análisis gramatical.
¡Si, la emoción que estoy sintiendo es un simple miedo!
A veces me gusta decir que en mis reflexiones voy penetrando diferentes grados de profundidad, como si fuésemos atravesando las diferentes capas de una cebolla.
Pues en la capa más superficial de la cebolla se halla mi preocupación por una nueva falta al taller de teatro de Casa Club.
En la siguiente capa de profundidad, empieza a surgir el miedo a no poder ser constante con lo que vengo haciendo.
Este miedo me lleva en lo más profundo, a ese otro miedo del que ya hable en mi entrada titulada: “La crisis de la mediana edad” que consiste en creer que podría estarme estancando a mis 42 años, en lugar de estar generando.
Pero profundizando aún más, repaso la entrada siguiente titulada: “Cuando el equipo terapéutico nos ayuda a salir del bajón” y empiezo a darme cuenta que este equipo terapéutico ya me conoce muy bien, me ha afirmado que a pesar de todo vengo generando y sabe perfectamente que soy un mañoso, tal cual ya lo escribí en la vieja entrada del año pasado titulada: “La rehabilitación de un mañoso” escrita en este blog, el 1º de marzo del 2011.
Entonces me está viniendo, poco a poco, el sentimiento que estaba esperando. ¡En realidad se trata de varios sentimientos!
Es un hecho que vengo generando una rehabilitación y hasta se puede decir que es una buena rehabilitación, mas allá de mi natural desorganización y condición un tanto caótica. Me lo ha dicho el psiquiatra, como ustedes ya lo habrán leído, y me lo han sugerido los demás miembros de mi equipo terapéutico en varias oportunidades, además de mi familia, pero todavía no lo logro sentir de este modo en mi corazón.
He hablado en las entradas antes referidas, de mi carácter medianamente obediente y también de mi tendencia al compromiso, en particular, por mi condición de abogado y por la vinculación con los contratos, pero muy particularmente por mi vocación humanista, que me hace valorar muchísimo las relaciones sociales y con ello, la necesidad de vínculos y el deber de alimentarlos  y mantenerlos.
He hablado hasta de mi voluntariado social y con ello de mi actividad solidaria para con Acapef, mi Comunidad Afectiva Alippi Serra y la Iglesia.
Sin embargo y a pesar de lo antes expuesto, “siento” ahora en lo más profundo de mi ser, lo mucho que me cuestan todas las relaciones humanas de cualquier índole, sean estas: matrimoniales, familiares, sociales, laborales, profesionales, culturales, recreativas o educativas y aún cuando también “siento” muy profundamente mi necesidad imperiosa de tenerlas a todas estas relaciones. “Siento” lo mucho que me cuesta cumplir con los compromisos de cualquier índole y hasta “siento” cuánto me cuesta ser solidario.
Hay una fortísima tendencia en mí a comprometerme solo conmigo mismo y a hacer solo lo que yo quiero. Hay una fortísima tendencia dentro de mi, de ser un total egoísta.
Entonces me pregunto: ¿Mi esencia es buena o mala?
Y no se me ocurre ninguna respuesta al interrogante. Solo me viene a la mente un sentimiento también tan profundo como el anterior: “Soy un hombre de buen corazón”.
Entonces llego a una sencilla conclusión:
Soy, sin lugar a dudas,  un guerrero que lucha contra sus propias debilidades, en todo momento, de vez en cuando triunfa y de vez en cuando es vencido por su propio mal, en sus diferentes batallas.-
Por último “intuyo” que a la paz definitiva no la lograré en esta vida terrenal, sino que me será dada en gracia por Dios en la gloria del cielo, si he de ser aquí un buen guerrero y muero en combate.

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