ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

sábado, 12 de mayo de 2012

¿QUÉ ES NUESTRA COMUNIDAD ALIPPI SERRA?



Antecedentes:

En el año 1996 cinco viejos amigos; Faustino, Guillerno, Pablo, Jeny y yo, teníamos un sueño en común. Fundar una comunidad material (es decir comunidad de bienes inmuebles y muebles) en una tierra de 12 ha que adquirimos en condominio, en las cercanías de Unquillo, en el paraje denominado; San José. La idea estaba un poco inspirada en deseos un tanto adolescentes y en la cultura hippie de los años 60.
Hacia el año 2000, comencé a transitar mi vida junto a mi actual esposa Verónica Elizabeth Serra, a la que le presenté la idea de nuestra comunidad. A ella le gustó la tierra, pero dijo que para que ella viviera en comunidad, la misma debía respetar absolutamente la “autonomía” y “autosuficiencia” de la pareja. Expreso claramente que las cosas en condominio con los amigos no le gustaban.
Poniéndome entonces a sus órdenes, dado que ella ya perfilaba para convertirse en “el corazón” de nuestro matrimonio, comencé a tramitar con el resto de los condóminos la mensura de la tierra, subdivisión y adjudicación de los diversos lotes, para que cada propietario tuviera sus propios dominios.
A partir de esta época (año 2003) con uno de mis amigos conservadores; Pablo y también dueño de uno de esos lotes, vimos la necesidad de empezar a retirarnos paulatinamente del grupo grande de amigos (conservadores y progresistas), dividiéndose el mismo entre amigos progresistas y amigos conservadores, tal cual ya lo he expresado en reiteradas oportunidades. Nuestra separación se produjo en virtud de los diferentes caminos que unos y otros estábamos tomando. En San José quedaron los Progresistas que siguieron trabajando por la vieja idea de vivir en el campo, y que fueron creciendo en número con el paso del tiempo, aunque los años les demostraron también a ellos que les resultaba mejor ser autónomos e independientes unos de otros, dando con esto, todos ellos también, un paso importantísimo hacia la madurez.
Por nuestra parte con Ely, aún cuando nos gustaba nuestra tierra, desistimos de ir a vivir allí,  quedando la misma tan solo como inversión y sin ningún proyecto sobre la misma.
En ese mismo año 2003, Ely y yo éramos muy amigos de José María, un congener mío. Entre los tres seguíamos pensando cómo debería ser mi vieja idea de comuniad, a la que por cierto no yo no renunciaba.
Entre los tres creamos dos cuestiones importantes en torno del tema: El nombre de la primera comunidad a la que le denominamos: “Grupo Ser” y el símbolo de la misma que eran tres círculos superpuestos, compartiendo las tres figuras una misma área en común y quedando el resto de sus áreas de manera independiente.
Este símbolo quería significar que el grupo ser estaría constituído por una comunidad en donde cada miembro podía ser amigo de otro u otros miembros pero todavía tenía toda un área de su vida social que no compartía con la comunidad y que la compartía con otras personas que no fuesen de la comunidad. De esta forma yo sentía que estábamos cumpliendo el anhelo de Ely sobre una comunidad autónoma y autosuficiente.
Seguidamente reunimos en casa los días domingos a un grupo de amigos y amigas que pasaron a integrar el grupo ser, pero esa comunidad muy cerrada y forzadamente organizada duró muy poco, disgregándose sus miembros rápidamente.

Hacia el concepto definitivo de Comunidad Alippi Serra

Finalmente un día que me encontraba meditando sobre mi comunidad recordé lo que nos dijo la oficial del registro civil cuando nos caso a Ely y a mi: “Que estábamos conformando la más antigua y natural de las comunidades: la familia, cuyos cimientos son el matrimonio”.
Esta idea fue reveladora y tuve el primer insigth cuando advertí que “nuestra comunidad ya estaba formada y que la había estado viendo todo el tiempo, sin necesidad de organización alguna, ni reconocimiento por parte de sus miembros”… Era la comunidad afectiva constituída por el conjunto de nuestros seres queridos, es decir amigos y familiares a los que queríamos como a nuestra propia familia.
Con posterioridad, encontrándome estudiando el sacramento del matrimonio en el catecismo católico, leí dos cánones que me brindaron el segundo insigth:
El canon 1653 expresa:
La fecundidad del amor conyugal se extiende a los frutos de la vida moral, espiritual y sobrenatural que los padres transmiten a sus hijos por medio de la educación. Los padres son los principales y primeros educadores de sus hijos (cf. Ge 3). En este sentido, la tarea fundamental del matrimonio es estar al servicio de la vida (cf. Fc 28)
Y el canon 1654 dice:
Sin embargo, los esposos a los que Dios no ha concedido tener hijos pueden llevar una vida conyugal plena de sentido, humana y cristianamente. Su matrimonio puede irradiar una fecundidad de caridad, de acogida y de sacrificio.

El insigth que tuve fue el siguiente:

Existen hijos de la sangre, hijos de la ciencia (fecundación in vitro), hijos dados en adopción, e hijos de la vida. Hemos estado buscando y meditando sobre las primeras tres opciones y al final nos decidimos por seguir la cuarta alternativa: "los hijos de la vida". Entonces si la Virgen María nos llevó a conocer a su hijo Jesús hasta sentirnos como su propio hijo y con ello, hijo de Dios Padre y hermano del Señor, y luego el Señor, en nuestro andar espiritual, nos llevo a conocer al Padre y a experimentar místicamente, esto de sentirse como un padre de todos, a semejanza de los sacerdotes ministeriales y por el sacerdocio baustismal del que todos los católicos somos partícipes…, nuestros hijos de la vida serán todos nuestros afectos, tanto familiares, como amigos, y a ellos nos daremos, principalmente en la antes mencionada función educadora y de ellos recibiremos todo lo que necesitamos, desde el punto de vista del Amor y la felicidad. Nos daremos y se nos darán, así en forma semejante a cómo ocurre con el divino misterio de Dios, que siendo Padre, es al mismo tiempo  Hijo y con ello; Hermano nuestro por adopción. 

Conclusión:

Para que este difícil misterio se pueda percibir un poco más cercano a nosotros, los simples mortales... Tomaré prestado de las filosofías orientales una idea que puede expresar mucho mejor lo que pretendemos transmitir como hecho fundamental de nuestra comunidad afectiva Alippi y Serra, el hecho de "su finalidad"
Todos los amigos y familiares de este matrimonio son, a la vez maestros y discípulos nuestros, sin tener en cuenta su edad, creencia, condición social, ocupación, ni ninguna otra particularidad, ni especifidad. (Todos somos iguales ante la ley humana y todos somos hijos de Dios) Y los que los hace miembros de nuestra comunidad es tan solo la afinidad que le tenemos y que nos tienen. De ahí en más cada integrante de nuestra comunidad puede conformar a la vez otras muchas comunidades propias de las que podemos formar parte también, o no.
Nuestra comunidad es una comunidad libre y abierta en donde la sola afinidad integra a sus miembros y en donde esta integrada también la hermana naturaleza, con los hermanos animales y las hermanas plantas como nos enseño San Francisco de Asis, que por cierto también son maestros y discípulos nuestros, como las creaturas de Dios que son y por lo tanto con el don de la vida, a la que esta comunidad sirve en primer lugar. 


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