Se van terminando las vacaciones, mañana regresaremos a Córdoba. Para el día de hoy nos quedan solo dos cosas por hacer: descansar en las cabañas, disfrutando del sol y de la pileta, y armando el equipaje y a la tarde ir al Monasterio de Belén a ver a las monjitas en misa. Dicen que es un espectáculo sublime, cuando ellas cantan sus cantitos gregorianos y cuando brindan el único contacto que tienen con el mundo exterior al dar la paz a los fieles.
Y yo me vuelvo con una nueva enseñanza dada por el Espíritu Santo o directamente por el Maestro en Oración, que es lo mismo:
Y para ello voy a citar una frase de nuestra Constitución Argentina:
Art. 14- “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio:…de profesar libremente su culto y a continuación dice: … de enseñar y aprender…”
Esta norma la conozco desde que fui a mi colegio secundario y me la enseñaron en Formación Cívica. Pero vale la pena recordarla porque de vez en cuando nos ponemos bastante fanáticos con nuestra misión de evangelizadores.
Sin embargo todavía debo hacer una aclaración y que ya la tengo escrita en mi artículo sobre medicinas tradicionales, alternativas o complementarias, que está entre las entradas más populares de mi blog.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no se opone al desarrollo de estas disciplinas y las quiere reconocer en la realidad cultural del mundo de hoy, pero lo que está pidiendo la OMS es que los usuarios tengan un cierto grado de garantía y seguridad, lo que no se logra con esta desorganización que existe hoy en día en relación a esta temática, donde cualquiera con un simple cursito, puede convertirse en maestro de las medicinas alternativas, de las disciplinas orientales e incluso en maestro de vida.
Para frenar esto ya hemos citado el artículo de la Constitución Nacional que en su primera parte expresa: “…conforme las leyes que reglamenten su ejercicio…”
Creo entonces que en un mundo desarrollado merecemos tener leyes que reglamenten la práctica de este tipo de disciplinas, como las tenemos todos los profesionales, profesores y técnicos de cualquier ciencia, arte o técnica. Creo que quienes las practican se deben comenzar a organizar y convocar y empezar a solicitarle al Congreso y a las legislaturas, la sanción de este tipo de leyes, como hemos hecho todos los contingentes que tenemos necesidades jurídicas concretas, como es el caso de los familiares, profesionales y usuarios de la salud mental que luchamos mucho y durante año congregándonos, hasta que por fin se dio a luz, en casi todo el país, una ley nacional de salud mental y varias leyes provinciales.
Muchos de los que enseñan estas disciplinas alternativas nos dicen que es preferible que seamos actores y no reactores. Pues a mí me parece que deberían comenzar a demostrarlo, porque la sensación que me dan es que reaccionan permanentemente contra el sistema en actitud rebelde, en lugar de esforzarse por mejorarlo y encontrar entre todos, mayor paz social y armonía jurídica y política.
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