CUÁN DIFICIL ES PRESENTARSE

Quedan cinco días para el año nuevo y esta semana es corta, tiene solo cuatro días laborables, para algunos menos aún. Yo por mi parte hace como una semana que cerre mi año y comencé mis vacaciones, por ahora en casa. Vacaciones en casa: Por un lado gran tranquilidad y buen tiempo para descansar de un año dificil, muy dificil. Por otro lado un embole, pues uno no corta con la rutina diaria del todo. No cambia de ambiente, ni de paisaje. En antaño no podía ni llegar a concebir vacaciones de este tipo. Cuando me tomaba vacaciones si o si debía cambiar de lugar y disfrutar de paisajes hermosos, río, lago, mar o montañas. 

Ya se vienen pronto unas vacaciones de este tipo, pues el 6 de enero me voy solo con mis amigos varones de campamento a las sierras por una semana y la dejo a Ely sola en Córdoba puesto que sigue trabajando hasta marzo en que saldremos los dos tal vez a otra Provincia. 

Pero estas dos semanas en casa en estas pretendidas vacaciones me han descolocado un tanto.

Es como estar de vacaciones y no estar... Entonces voy por acá y por allá dentro de la casa y no se muy bien qué hacer: Confeccionar mis listas de labores y objetivos diarios, dedicarme a escribir, escuchar música, leer o recrearme de otras maneras.

La cuestión es que hoy la cosa se empezó a poner áspera y estando con una nueva empleada en casa, quien se halla suplantándo a la Sra. Virginia que también se ha ido de vacaciones, comencé a sentir esa angustia que suelo sentir tan a menudo y que no tiene ninguna explicación mas que mi enfermedad... 

Estaba bien vestido, hacía muchísimo calor y mis ropas comenzaron a incomodarme. Me di cuenta que necesitaba relajarme, darme una buena ducha fría, ponerme el pijama, andar cómodo por la casa, así en cuero, descalzo y con el pelo mojado. Tenía que sentir fresco para que mi angustia se me fuera una vez que estuviese tranquilo y relajado. 

En eso me dice Nícida, la señora de la que les hablaba: No me gusta mentir y por eso debo decirle que estoy muy triste porque la otra patrona me acaba de llamar y me ha dicho que no vaya mas a trabajar a su casa pues ha tenido un problema con su marido..

Cabe mencionar que durante el desayuno Nícida me había contado que esta Señora necisitaba para su casa una empleda cama adentro y ella no podía aceptar este tipo de trabajo porque debe atender a sus hijas y a su marido, motivo por el cual habían acordado solo unas horas por día.

Yo le había contado por primera vez a Nícida de mi sentimiento recurrente de angustia, ella entonces creyó que la misma era por su problema y entonces vio la necesidad de contarme lo de su otra patrona y de su propio sentimiento de tristeza y tal vez también de angustia. 

Ahí estábamos entonces patrón y empleada sintiéndonos los dos mal y creyendo ambos que lo sentido por cada uno de nosotros, era por el otro en alguna medida, yo no tenía la suficiente confianza con ella como para ponerme cómodo y relajarme, como lo se hacer para volver a mi eje, a mi centro. 

Ella estaba ahí, creyendo que mi angustia se debía a su problema laboral.  

Fue extraña esta especie de sincronicidad en los sentimientos, aunque ambos nos hayamos equivocado en interpretarlos pensando que las causales eran otras y que estaban ocultas. Lo interesante fue que esta mañana en casa ambos compartimos un cierto pesar muy semejante, cada uno por sus respectivos problemas y luego mirada la experiencia a la distancia, se terminó de percibir como una especie de comunión, muy propia del tiempo de navidad.

La cuestión es que yo terminé poniéndome cómodo a pesar de mi cierta vergüenza y le expliqué mínimamente de mi trastorno bipolar, lo hice como pude y no se si habrá entendido algo, pero en fin... se ha producido en esta casa hoy un poco mas de nuestras mutuas presentaciones y no ha sido nada fácil hacerlo para ninguno de los dos. Sin embargo la experiencia me ha parecido súmamente satisfactoria. 

Ahora esta sonando Bob Marley, me hallo mucho mejor, estoy escribiendo en mi blog, tal cual me fue sugerido por un sentimiento muy interior luego de la oración que hice esta mañana y la empleada y yo nos vamos conociendo cada día un poco mas.

Ella a su vez esta haciendo su proceso interno sobre su problema laboral y ojalá Dios le brinde pronto la mano que está necesitando.