ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

domingo, 7 de noviembre de 2010

MEDICINAS TRADICIONALES Y ALTERNTATIVAS O COMPLEMENTARIAS

Extenso informe sobre: Medicinas Tradicionales, Alternativas, Complementarias o No Convencionales. Transcripción de documentos y artículos periodísticos, opinión del autor del blog (Abogado y paciente de la medicina alopática, afecto a las MT/MCA).-

 Terapias alternativas: la discusión pendiente

http://www.lavoz.com.ar/suplementos/temas/la-discusion-pendienteterapias-alternativas

En todo el mundo, se gastan cerca de 16 mil millones de dólares en tratamientos no convencionales. Al no haber marco regulatorio, el terreno queda fértil para el ejercicio irregular.
  • 05.09.2010 | Josefina Edelstein (Especial)
Un número creciente de personas decide complementar los tratamientos indicados por la medicina ortodoxa con terapias alternativas. Esto no es una rareza local; va en consonancia con lo que pasa en la Argentina y en el mundo. Cuando la gente busca solución a sus problemas de salud recurre a medicinas integradoras y menos invasivas, que son repudiadas desde ámbitos médicos y académicos como prácticas no científicas.
Lo muestra, por ejemplo, una encuesta que realizó el Centro Argentino de Etnografía Americana en 2009. Los resultados indican que alrededor del 90 por ciento de las personas consultadas que padecía cáncer combinaba la medicina convencional y alguna de las alternativas.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló en 2001 que en la Argentina practican homeopatía tres mil médicos y 500 farmacéuticos.
En tanto, el diario Clarín consignó –en un fascículo Vida Sana, en 2009– que en el país hay alrededor de dos mil médicos homeópatas, aproximadamente, 1.500 farmacias que venden remedios homeopáticos y cerca de 500 mil pacientes para esta terapéutica.
En tanto, en la provincia de Córdoba alrededor de 300 farmacias elaboran preparados magistrales y, de ellas, cerca del 15 por ciento se dedica a remedios homeopáticos, según informó el Colegio de Farmacéuticos de esta provincia.
Asimismo, la OMS registró que en los países en vías de desarrollo hasta un 80 por ciento de la población recurre a medicinas complementarias. En Estados Unidos, lo hace cerca del 70 por ciento de la gente, y en Europa los porcentajes varían según los países, pero alrededor de 100 millones de individuos encuentran algún tipo de respuesta en tratamientos no ortodoxos.
La nebulosa de lo informativo.
La oferta y demanda de terapias alternativas tiene su correlato en la enseñanza universitaria y en la difusión a través de cursos, que también aumentó en el país (Universidades Maimónides, Favaloro, Nacional de Tucumán, avales de la Universidad de Buenos Aires, entre otras).
En Córdoba, un curso sobre “Medicinas no tradicionales y ancestrales”, que se iba a dictar en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba en abril pasado fue suspendido tras las críticas del epistemólogo Mario Bunge y de la consiguiente polémica. Luego de unos meses de silencio al respecto, ayer se conoció por este diario que la UNC finalmente realizará el curso. Sin embargo, se introdujeron modificaciones al programa original, que ahora será teórico y no incluirá actividades prácticas.
Por su parte, la Facultad de Medicina de la Universidad Católica patrocina por segundo año consecutivo las Jornadas sobre Terapias Complementarias. Éstas se realizarán el 18 y 19 de este mes. Se trata de un curso informativo destinado al público en general, no exclusivamente destinado a médicos.
Además, esta institución académica dicta como optativa en sexto año la materia Medicinas Complementarias, que abarca homeopatía (a cargo del Centro de Estudios Médicos Homeopáticos Hahnemanniano de Córdoba-Cemhhc), Ayurveda (dictada por el médico y cónsul de la India, Sergio Lais-Suárez), medicina tradicional china y acupuntura (a cargo del médico Marcelo Requena) y medicina naturista (por el médico Rubén Quiroga).
El coordinador de estos cursos, Enrique Majul, considera que “los alumnos de sexto año están en condiciones de tener una idea sobre esas medicinas tan ampliamente utilizadas”. Para eso, entiende que “los alumnos deben conocerlas de las propias fuentes, escuchando a médicos que las practican”.
Efecto Bunge. En una entrevista con este diario en abril, Mario Bunge había puesto en tela de juicio el componente científico de la homeopatía y de las otras disciplinas complementarias, al punto de reducirlas a prácticas de carácter casi mágico.
A nadie escapa que de la base científica depende la seriedad y la eficacia de una terapia aplicada nada menos que para curar alguna dolencia.
¿La tienen la homeopatía, la medicina tradicional china, la acupuntura y la Ayurveda? ¿Puede ser demostrada? Sus detractores lo niegan; quienes las practican afirman que sí.
Carlos Nota, profesor titular de la Cátedra de Semiología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC y jefe del Servicio de Clínica Médica del Hospital de Clínicas, afirma que “los medicamentos homeopáticos tienen un efecto placebo, porque al compararlos con placebo, se ve que el resultado es el mismo; y porque la explicación de las diluciones y de la memoria del agua no obedece a la ciencia. La ciencia no puede demostrar que eso existe, no se puede confrontar, corroborar ni repetir; no puede resistir el método científico”.
Compara con cursos de terapias alternativas que se dan en España, “donde reconocen que es para recaudar dinero” y reflexiona: “Si entre los objetivos generales y particulares del curso de la UNC no figura el de recaudar dinero, sino certificar una formación científico-técnica de algo, entonces la Facultad de Medicina no puede enseñar cosas que no sean científicas y técnicas y tampoco puede certificar a nadie que hizo un curso de algo que no es científico”.
Peligro en la desregulación. A falta de un marco legal en el país para el ejercicio de medicinas complementarias
Conciente de esto, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) promovió en 2004 (y no sólo en ese momento), “el uso de medicinas tradicionales y alternativas siempre que hayan demostrado utilidad para el paciente y representen un riesgo mínimo”. Para ello, recomendó que los gobiernos de los distintos países dispongan de la mejor información y difundan “sus beneficios y riesgos”.
No parece tener esa predisposición el Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba. Cuando se le propuso al Área de Bioética que exprese su postura y respondió por nota que “considera que las controversias en relación a la temática asientan sobre cuestiones epistemológicas que escapan a la competencia del área”.
De lo que seguro no están eximidos la cartera de Salud ni el Consejo de Médicos, es de controlar quiénes y bajo qué normas ejercen actos médicos como la acupuntura, por ejemplo.
Marcelo Requena, médico y doctorado en acupuntura en el Instituto Politécnico Nacional de México, se lamenta de “la falta de controles, ya que instituciones del ámbito privado enseñan a personal no médico acupuntura y técnicas relacionadas, quienes después ejercen al margen de la ley, pudiendo cometer un daño gravísimo al paciente indebidamente tratado sin ningún tipo de conocimiento médico”.
Afecto al control, nada menos que Estados Unidos cuenta con el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (Nccam), que depende del máximo organismo en salud (NIH). Y en ese mismo país, hay centros y servicios de formación, investigación y atención de pacientes como la Escuela de Medicina de Harvard o la Universidad Johns Hopkins, entre otras, que toman en cuenta lo alternativo.Durante 2006, se presentó en el Senado de la Nación un proyecto de ley (expediente 3919/06), con el fin establecer la homeopatía como acto médico y regular su ejercicio. En el texto del proyecto se describen los principios homeopáticos; las universidades del mundo donde se enseña; estadísticas sobre su práctica; cursos de posgrado que se dictan en el país; consideraciones de la OMS y las funciones del Colegio de Médicos Homeópatas. En las conclusiones, se reconoce que la discusión entre defensores y detractores podría no tener fin; pero se insiste en la necesidad de encontrar un marco legal para evitar que ejerza cualquiera. Ese proyecto está archivado desde julio de 2008.
Entre la seriedad y la charlatanería. Como puede advertirse, la cuestión no es menor. Implica lisa y llanamente la diferencia entre la seriedad y la charlatanería en prácticas en las que no debería caber esta duda, esencialmente por la difusión que tienen entre muchísima gente que recurre a ellas para calmar sus dolencias.
¿Pueden alcanzar el estatus de medicinas complementarias frente a los habituales tratamientos médicos? ¿Quienes las indican son profesionales capacitados para hacerlo, o se está ante a un campo propicio para que aventureros e inescrupulosos se aprovechen de las necesidades de muchos? Las preguntas siguen. La discusión está planteada y es necesaria que sea profunda, seria, con voluntad de echar toda la luz posible sobre un tema tan controvertido que debería ser despejado. Las opiniones a favor o en contra formuladas en este contexto seguramente servirán, pero no alcanzarán para despejar la desconfianza que plantean críticas furiosas sobre estas prácticas. Sin embargo, podrían constituir el punto de partida para encarar desde el Estado un completo estudio de estos métodos terapéuticos alternativos, que permita determinar con menos polémica y más certezas hasta qué punto se puede disponer en el país de alternativas sanitarias serias y efectivas.

Medicina tradicional / Medicinas alternativas, complementarias, o no convencionales.

Publicado en la página de la OMS –Organización Mundial de la Salud- sin ser todavía documento oficial.

¿Es segura la medicina tradicional?

www.who.int/features/qa/20/es/    

 P: ¿Es segura la medicina tradicional?
R: La medicina tradicional abarca muchas prácticas y remedios distintos, y varía de un país a otro. Algunas prácticas parecen ser beneficiosas, pero sobre otras sigue habiendo dudas.
En 2002 la OMS lanzó una estrategia sobre medicina tradicional para facilitar a los países la exploración de las posibilidades de esa medicina para mejorar la salud y el bienestar de la población, reduciendo a la vez al mínimo los riesgos de utilización de remedios de eficacia no demostrada, o de una utilización inadecuada. La finalidad principal de la estrategia es alentar la realización de investigaciones.
Existen datos que parecen avalar el uso de determinadas medicinas tradicionales y complementarias, por ejemplo, la acupuntura para aliviar el dolor, el yoga para disminuir los ataques de asma, o las técnicas de tai ji para ayudar a las personas mayores a disminuir su miedo a sufrir caídas. En la actualidad la OMS no recomienda esas prácticas, pero está colaborando con los países en el fomento de un planteamiento basado en la evidencia para elucidar los cuestiones relativas a la seguridad, eficacia y calidad.
Desafortunadamente, en algunos casos el uso incorrecto de determinados remedios herbarios puede ser dañino, o incluso mortal. Por ejemplo, la hierba ma huang (una efedra) se utiliza tradicionalmente en China en el tratamiento de la congestión breve de las vías respiratorias. En los Estados Unidos de América, la hierba se ha comercializado como complemento dietético, y su uso prolongado ha provocado por lo menos una docena de fallecimientos, ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. En Bélgica ha habido que someter a trasplante renal o diálisis a no menos de 70 personas por causa de una fibrosis intersticial renal resultante del consumo de una especie de la familia de las Aristoloquiáceas, por confusión con otra de esa misma familia, también como complemento dietético.
En los países en desarrollo, donde más de un tercio de la población carece de medicamentos esenciales, la administración de remedios tradicionales y alternativos seguros y eficaces podría mejorar de forma importante el acceso a la atención de salud. Una posibilidad es integrar la medicina tradicional en el sistema de salud oficial, con lo que se garantizaría un nivel más alto de seguridad y un seguimiento más adecuado de los pacientes.
La medicina tradicional también está ganando popularidad en los países industrializados, donde muchos productos se despachan sin receta.
Además de las preocupaciones relativas a la seguridad y la calidad, el uso de la medicina tradicional plantea interrogantes acerca de la protección de la biodiversidad (por la posible sobreexplotación de las materias primas para la obtención de medicamentos herbarios y otros productos), y la protección de los conocimientos tradicionales de las comunidades.

Datos y cifras

www.who.int/mediacentre/factsheets/fs134/es/   

 

  • En algunos países asiáticos y africanos, el 80% de la población depende de la medicina tradicional para recibir atención primaria de salud.
  • De las distintas formas de medicina tradicional, la más lucrativa es la medicina herbaria, que genera miles de millones de dólares de ingresos.
  • Con la medicina tradicional se pueden tratar diversas infecciones y enfermedades crónicas: el descubrimiento y aislamiento de la artemisinina a partir de Artemisia annua L., planta utilizada en China desde hace casi 2000 años, sirvió para obtener nuevos fármacos antipalúdicos.
  • La existencia en los mercados internacionales de productos herbarios falsificados, de mala calidad o adulterados constituye una grave amenaza para la seguridad del paciente.
  • Más de 100 países tienen reglamentada la medicina herbaria.
La medicina tradicional es la suma completa de conocimientos, técnicas y prácticas fundamentadas en las teorías, creencias y experiencias propias de diferentes culturas y que se utilizan para mantener la salud y prevenir, diagnosticar, mejorar o tratar trastornos físicos o mentales.
La medicina tradicional que ha sido adoptada por otras poblaciones (distintas de su cultura de origen) suele denominarse medicina alternativa o complementaria.
Las medicinas herbarias se sirven de hierbas o materiales herbarios, preparaciones y productos herbarios acabados cuyos ingredientes activos son partes de plantas u otras materias vegetales.

¿Quién utiliza la medicina tradicional?

En algunos países asiáticos y africanos, el 80% de la población depende de la medicina tradicional para recibir atención primaria de salud.
En muchos países desarrollados, del 70% al 80% de la población ha recurrido alguna vez a una u otra forma de medicina alternativa o complementaria (por ejemplo, la acupuntura).
Los tratamientos herbarios, que son la forma más popular de medicina tradicional, resultan muy lucrativos en el mercado internacional. En 2003-2004 generaron unos ingresos anuales de US$ 5000 millones. Sólo en China la venta de esos productos reportó US$ 14 000 millones en 2005. En Brasil, los ingresos generados por la medicina herbaria ascendieron a US$ 160 millones en 2007.

Problemas

Algunas comunidades llevan miles de años utilizando la medicina tradicional. Cuando las prácticas de la medicina tradicional son adoptadas por nuevas poblaciones, pueden producirse problemas.
Diversidad internacional. Las prácticas propias de la medicina tradicional han sido traspuestas a distintas culturas y regiones sin que al mismo tiempo se elaboraran normas y métodos internacionales para evaluarlas.
Políticas y reglamentación nacionales. No hay muchos países que cuenten con una política nacional en la materia. La heterogeneidad en las definiciones y clasificaciones de las terapias de la medicina tradicional hace que resulte difícil regular los productos procedentes de esta medicina. Según el país de que se trate, un producto herbario podría ser definido como alimento, suplemento alimentario o medicamento herbario. Esta disparidad en la reglamentación que los distintos países aplican influye en el acceso a los productos y su distribución a escala internacional.
Seguridad, eficacia y calidad. Son escasos los datos resultantes de ensayos científicos destinados a evaluar la seguridad y eficacia de los productos y las prácticas de la medicina tradicional. Aunque hay datos demostrativos de que la acupuntura, algunos medicamentos herbarios y ciertas terapias manuales (por ejemplo, el masaje) son eficaces para tratar determinadas enfermedades, se precisan más estudios de productos y prácticas. Los requisitos y métodos para esas investigaciones y evaluaciones son complejos. Por ejemplo, puede resultar difícil evaluar la calidad de productos herbarios acabados. Su seguridad, eficacia y calidad depende de la calidad de las materias de origen (que pueden ser centenares) y del modo en que esos elementos son manipulados en los procesos de producción.
Saber y sostenibilidad. Las materias para elaborar productos herbarios se obtienen a partir de poblaciones vegetales silvestres o de plantas medicinales cultivadas. El creciente mercado de productos herbarios podría conducir a un exceso de recolección de plantas y amenazar así la diversidad biológica. Una praxis deficiente de cultivo y recolección podría saldarse con la extinción de especies vegetales amenazadas y la destrucción de recursos naturales. Para perpetuar la medicina tradicional se requiere un esfuerzo para preservar tanto las poblaciones de plantas como el conocimiento sobre sus usos con fines medicinales.
Seguridad del paciente y utilización. Mucha gente piensa que los medicamentos son seguros (o inofensivos) porque son herbarios (naturales) o tradicionales. Sin embargo, las medicinas y prácticas tradicionales pueden provocar reacciones dañinas o adversas cuando el producto o tratamiento en cuestión es de mala calidad, se toma de forma inadecuada o se simultanea con otros medicamentos. Es importante que los pacientes conozcan mejor los procedimientos de utilización segura y que los dispensadores de medicinas tradicionales o de otra índole estén más formados y haya más colaboración y comunicación entre ellos.

Respuesta de la OMS

La OMS y sus Estados Miembros colaboran para promover el uso de la medicina tradicional en la atención de salud. Con esta colaboración se pretende:
  • apoyar la medicina tradicional e integrarla en los sistemas de salud de los países en combinación con políticas y reglamentos nacionales sobre los productos, las prácticas y los practicantes para garantizar la seguridad y calidad;
  • garantizar que se aplican prácticas y se utilizan productos que sean seguros, eficaces y de calidad a tenor de los datos científicos existentes;
  • reconocer la medicina tradicional en el marco de la atención primaria de salud a fin de incrementar el acceso a la asistencia sanitaria y preservar conocimientos y recursos;
  • velar por la seguridad del paciente mejorando el nivel de conocimientos y competencia técnica de los practicantes de la medicina tradicional.

Puntos clave: Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2002-2005

La medicina tradicional, complementaria y alternativa suscita un amplio abanico de reacciones, desde el entusiasmo no crítico hasta el escepticismo no informado. El uso de la medicina tradicional (MT) sigue estando muy extendido en los países en vías de desarrollo, mientras que el uso de la medicina complementaria y alternativa (MCA) está aumentando rápidamente en los países desarrollados. En muchos lugares del mundo, los responsables de las políticas, los profesionales sanitarios y el público se debate con preguntas sobre la seguridad, la eficacia, la calidad, la disponibilidad, la preservación y con el desarrollo de este tipo de atención sanitaria.

Por lo tanto, es oportuno que la OMS defina su papel en la MT/MCA, desarrollando una estrategia ideada para tratar los temas asociados con la política, la seguridad, la eficacia, la calidad, el acceso y el uso racional de la medicina tradicional, complementaria y alternativa.

¿Qué es la medicina tradicional?

“La medicina tradicional” es un término amplio utilizado para referirse tanto a los sistemas de MT como por ejemplo la medicina tradicional china, el ayurveda hindú y la medicina unani árabe, y a las diversas formas de medicina indígena. Las terapias de la MT incluyen terapias con medicación, si implican el uso de medicinas con base de hierbasa, partes de animales y/o minerales, y terapias sin medicación, si se realizan principalmente sin el uso de medicación, como en el caso de la acupuntura, las terapias manuales y las terapias espirituales. En países donde el sistema sanitario dominante se basa en la medicina alopática, o donde la MT no se ha incorporado en el sistema sanitario nacional, la MT se clasifica a menudo como medicina “complementaria”, “alternativa” o “no convencional”b.
a Las medicinas con base de hierbas incluyen hierbas, materiales elaborados con hierbas, preparados con base de hierbas y productos acabados a base de hierbas, que contienen ingredientes activos de plantas u otros materiales de plantas o combinaciones de las mismas.
b De acuerdo con este documento, la “medicina tradicional” se utiliza cuando se hace referencia a África, Latinoamérica, Sudeste asiático y/o el Pacífico occidental, donde quiera que se utilice la “medicina complementaria y alternativa” cuando se hace referencia a Europa y/o Norteamérica (y Australia). Cuando se hace referencia en un sentido general a todas esas regiones, se utiliza en general MT/MCA.

Amplitud y uso creciente

La MT se utiliza ampliamente y es un sistema sanitario que está creciendo rápidamente y de gran importancia económica. En África hasta un 80% de la población utiliza la MT para ayudar a satisfacer sus necesidades sanitarias. En Asia y en Latinoamérica, las poblaciones siguen utilizando la MT como resultado de circunstancias históricas y creencias culturales. En China, la MT contabiliza alrededor de un 40% de la atención sanitaria.
Mientras tanto, en muchos países desarrollados, la MCA se está haciendo cada vez más popular. El porcentaje de población que utiliza la MCA al menos una vez es de un 48% en Australia, un 70% en Canadá, un 42% en EE UU, un 38% en Bélgica y un 75% en Francia.
En muchos lugares del mundo el gasto en MT/MCA no es sólo importante, sino que está creciendo rápidamente. En Malasia, se estima se gastan anualmente 500 millones de dólares estadounidenses en este tipo de cuidado de la salud, comparado con unos 300 millones de dólares estadounidenses en medicina alopática. En EE UU, el gasto total en 1997 en MCA se estima fue de 2700 millones de dólares estadounidenses. En Australia, Canadá y el Reino Unido el gasto anual en MCA se estima en 80 millones, 2400 millones y 2300 millones de dólares estadounidenses respectivamente.

¿Por qué un uso tan amplio?

Accesible y asequible en los países en vías de desarrollo
En los países en vías de desarrollo, el amplio uso de la MT se atribuye a su accesibilidad y asequibilidad. En Uganda, por ejemplo, la proporción de personas que practican la MTc frente a la población es de 1:200 y 1:499. Esto contrasta drásticamente con la disponibilidad de personas que practican la medicina alopática, para la cual la proporción es de 1:20.000 o menos. Incluso la distribución de dicho personal es desigual, la mayor parte se encuentran en ciudades u otras zonas urbanas y por lo tanto es difícil que las poblaciones rurales tengan acceso.
c A las personas que practican la MT se les conoce por lo general como sanadores tradicionales, colocador de huesos, herbolarios, etc. Las personas que practican la MT incluyen tanto practicantes de MT y profesionales de medicina alopática como a médicos, dentistas y enfermeras que proporcionan terapias de MT/MCA a sus pacientes - es decir, doctores médicos también utilizan la acupuntura para tratar a sus pacientes.
La MT es a veces la única fuente asequible de atención sanitaria, especialmente para los pacientes más pobres del mundo. En Ghana, Kenia y Malí, la investigación ha demostrado que una serie de medicamentos antimalaricos de pirimetamina/sulfadoxina puede costar mucho dinero. El gasto sanitario per capita en Ghana y Kenia contabiliza tan sólo 6 dólares estadounidenses al año. Por el contrario, la medicina con hierbas para el tratamiento de la malaria es considerablemente más barato y muchas veces incluso se paga en especias y/o de acuerdo con la “riqueza” del cliente.
La MT es también muy popular en muchos países en vías de desarrollo puesto que está firmemente arraigada en los sistemas de creencias.
Un enfoque alternativo a la sanidad en los países desarrollados
En muchos países desarrollados el popular uso de la MCA está propulsado por la preocupación sobre los efectos adversos de los fármacos químicos hechos por el hombre, cuestionando los enfoques y las suposiciones de la medicina alopática y por el mayor acceso del público a información sanitaria.
Al mismo tiempo, la esperanza de vida más larga ha dado como resultado un aumento de los riesgos de desarrollar enfermedades crónicas y debilitantes tales como las enfermedades coronarias, el cáncer, la diabetes y los trastornos mentales. Para muchos pacientes, la MCA parece ofrecer medios más livianos de tratar dichas enfermedades que la medicina alopática.

Entusiasmo no crítico frente a escepticismo no informado

Muchos proveedores de MT/MCA buscan un reconocimiento y apoyo continuo - o mayor - en su campo. Al mismo tiempo muchos profesionales de la medicina alopática, incluso aquellos en países con un fuerte historial de MT, expresan grandes reservas y a menudo serias incredulidades sobre los pretendidos beneficios de la MT/MCA. Los legisladores se debaten con preguntas asociados con la seguridad y la eficacia de las medicinas tradicionales de hierbas, mientras que muchos grupos industriales y consumidores se resisten a cualquier desarrollo de la política sanitaria que pudiera limitar el acceso a las terapias de MT/MCA. Informes de poderosos efectos inmunoestimulantes para algunas medicinas tradicionales hacen subir las esperanzas entre personas infectadas con VIH, pero a otros les preocupa que el uso de dichas “curas” confunda a las personas que viven con VIH/SIDA y demore el tratamiento con terapias “demostradas”.
Por lo que junto con el cada vez mayor uso de la MT/MCA, también está aumentando la demanda para producir evidencias sobre la seguridad, la eficacia y la calidad de los productos y las prácticas de la MT/MCA. Curiosamente, gran parte de la literatura científica de la MT/MCA utiliza metodologías comparables a las utilizadas para respaldar muchos procedimientos quirúrgicos modernos: informes de casos individuales y series de pacientes, sin grupo de control o de comparación. No obstante, la evidencia científica de los ensayos clínicos aleatorios es muy fuerte para muchos casos de acupuntura, para algunas medicinas con hierbas y para algunas de las terapias manuales.
En general, sin embargo, el cada vez mayor uso de la MT/MCA no está acompañado por un aumento en la cantidad, la calidad y la accesibilidad de la evidencia clínica para respaldar las afirmaciones de la MT/MCA.

Retos para el desarrollo del potencial de la MT/MCA

A fin de maximizar el potencial de la MT/MCA como fuente de cuidado de la salud, primero deben afrontarse una serie de temas. Éstos están asociados con la política, la seguridad, la eficacia, la calidad, el acceso y el uso racional.
Política: bases de acción sólida en la MT/MCA
En términos relativos, son pocos los países que han desarrollado una política sobre MT y/o MCA, sólo 25 de los 191 estados miembro de la OMS. Aún así, dicha política ofrece una base sólida para definir el papel de la MT/MCA en el aporte sanitario nacional, asegurando que se crean los mecanismos normativos y legales necesarios para promover y mantener una buena práctica, que el acceso sea equitativo, y se asegure la autenticidad, la seguridad y la eficacia de las terapias. También puede ayudar a asegurar una provisión suficiente de recursos económicos para la investigación, educación y formación.
En hecho, muchos países desarrollados se están dando cuenta que los temas sobre MCA relacionados con la seguridad y la calidad, licencias de proveedores y pautas de formación, y prioridades para la investigación, pueden afrontarse mejor dentro de un marco de trabajo de política nacional. La necesidad de una política nacional es bastante urgente, sin embargo, en aquellos países en vías de desarrollo donde la MT no se ha integrado todavía en el sistema sanitario nacional, incluso cuando gran parte de su población depende de la MT para la sanidad.
Un número cada vez mayor de políticas nacionales tendrá el beneficio añadido de facilitar trabajo sobre temas globales tales como el desarrollo e implantación de normas y pautas internacionalmente aceptados para la investigación sobre la seguridad y la eficacia de la MT/MCA, el uso sostenible de plantas medicinales y la protección y uso equitativo de los conocimientos sobre medicina indígena y tradicional.
Seguridad, eficacia y calidad: crucial para la divulgación de la MT/MC
Las prácticas de la MT/MCA se han desarrollado dentro de diferentes culturas en distintas regiones. Por lo que no se ha dado un desarrollo paralelo de pautas y métodos, tanto nacionales como internacionales, para valorarlos.
La valoración de los productos de la MT/MCA es asimismo un tema problemático. Esto es especialmente cierto en el caso de las medicinas con base de hierbas, donde la eficacia y la calidad de las mismas puede verse influenciada por numerosos factores. No es de sorprender por tanto, que la investigación sobre la MT/MCA ha sido inadecuada, dando como resultado una opacidad en los datos y un desarrollo inadecuado de la metodología. Esto a su vez ha ralentizado el desarrollo de normativas y legislaciones para la MT/MCA.
Los sistemas nacionales de inspección para controlar y valorar los efectos adversos son también raros. Por ello, a pesar de que aunque muchas terapias de MT/MCA tienen un potencial prometedor y se utilizan cada vez con más frecuencia, muchas de ellas no están probadas y su uso no está controlado. Como resultado, los conocimientos sobre los posibles efectos secundarios son limitados. Esto hace que la identificación de las terapias más seguras y eficaces y la promoción de su uso racional sea más difícil. Si la MT/MCA ha de promoverse como una fuente sanitaria, es esencial realizar todo esfuerzo posible por fomentar su uso racional e identificar las terapias más seguras y eficaces.
Acceso: hacer que la MT/MCA esté disponible y asequible
Aunque existe evidencia de que muchas poblaciones en países en vías de desarrollo dependen en gran medida de la MT a fin de satisfacer sus necesidades sanitarias, faltan datos precisos. Es necesario llevar a cabo investigaciones cuantitativas para determinar los niveles de acceso existentes (tanto económicos como geográficos), además de para clarificar las limitaciones para la ampliación de dicho acceso. El enfoque debe centrarse en los tratamientos de aquellas enfermedades que suponen la principal carga para las poblaciones más pobres.
Además, si el acceso ha de incrementarse de manera sustancial, debe protegerse la base natural del recurso del que dependen determinados productos y terapias. Las materias primas de las medicinas con base de hierbas, por ejemplo, con frecuencia experimentan una recogida excesiva de las poblaciones de plantas silvestres.
Otro reto importante concierne a la propiedad intelectual y a los derechos de patente. Las ventajas económicas que pueden derivarse de la aplicación a gran escala de los conocimientos sobre MT pueden ser sustanciales. Todavía no se han resuelto preguntas sobre la forma más adecuada de repartir mejor los beneficios entre los innovadores y los poseedores de los conocimientos sobre la MT.
Uso racional: asegurar la conveniencia y la costo-efectividad
El uso racional de la MT/MCA tiene muchos aspectos, entre los que se incluyen: cualificación y licencia de los proveedores; uso correcto de productos de calidad asegurada; buena comunicación entre proveedores de MT/MCA, médicos alopáticos y pacientes; y provisión de información científica y orientación para el público.
Los retos en educación y formación son al menos el doble. Primero, es necesario asegurar que los conocimientos, las cualificaciones y la formación de los proveedores de MT/MCA son adecuados. En segundo lugar, debe utilizarse la formación a fin de asegurar que los proveedores de MT/MCA y los médicos alopáticos comprendan y aprecien como se complementan los cuidados sanitarios que ofrecen.
El uso correcto de productos de calidad asegurada tiene gran importancia a la hora de reducir los riesgos asociados con los productos de la MT/MCA tales como las medicinas con base de hierbas. Sin embargo, las normativas y el registro de medicinas con base de hierbas no están bien desarrollados en la mayoría de los países y por lo general, la calidad de los productos de hierbas que se venden no está garantizada.
Asimismo es necesario trabajar más a fin de sensibilizar al público sobre cuando es apropiado (y costo-eficaz) el uso de la MT/MCA y cuando no es aconsejable, y por qué debe tenerse cuidado cuando se utilicen productos de MT/MCA.

El papel actual de la OMS

La misión de la OMS en medicamentos esenciales y política farmacéutica es ayudar a salvar vidas y mejorar la sanidad cerrando el gran vacío existente entre el potencial de las medicinas esenciales y la realidad de que para millones de personas, en especial los pobres y los desfavorecidos, las medicinas no están disponibles, no son asequibles, seguras o se usan de forma incorrecta. LA OMS hace esto realizando diversas funciones clave: articulando la política y adoptando posturas defensoras, trabajando en asociación, elaborando guías y herramientas prácticas, desarrollando normas y pautas, fomentando estudios estratégicos y operativos, desarrollando de recursos humanos y gestionando la información.
En términos de MT/MCA, la OMS lleva a cabo estas funciones:
Facilitando la integración de la MT/MCA en los sistemas de salud nacionales
Ayudando a los Estados Miembro a desarrollar sus propias políticas nacionales sobre MT/MCA.
Elaborando guías para la MT/CMA
Desarrollando y creando estándares internacionales, pautas técnicas y metodologías para la investigación de terapias y productos de MT/MCA, y para su uso durante la elaboración de productos de MT/MCA.
Fomentando el estudio estratégico de la MT/MCA
Proporcionando apoyo a los proyectos de estudios clínicos sobre seguridad y eficacia de la MT/CMA, en especial en lo que se refiere a enfermedades tales como la malaria y VIH/SIDA.
Defendiendo el uso racional de la MT/MCA
Fomentando el uso basado en evidencias de la MT/MCA.
Gestionando la información sobre la MT/MCA
Actuando como una cámara de compensación para facilitar el intercambio de información sobre la MT/MCA.
Sin embargo los retos descritos anteriormente exigen la ampliación y el aumento de las actividades de la OMS en esta área.

Marco de trabajo para actuar

La estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2002-2005, revisa el estado de la MT/MCA de forma global, y detalla el propio papel y las actividades de la OMS en cuanto a MT/MCA. Pero lo que es más importante, proporciona un marco de trabajo para la acción de la OMS y de sus socios, a fin de que la MT/MCA desempeñe un papel mucho más importante a la hora de reducir el exceso de mortalidad y morbilidad, especialmente entre las poblaciones más pobres. La estrategia comprende cuatro objetivos:
1. Política - integrar la MT/MCA en los sistemas de salud nacionales, desarrollando e implantando políticas y programas nacionales sobre MT/MCA.
2. Seguridad, eficacia y calidad - fomentar la seguridad, la eficacia y la calidad de la MT/MCA, difundiendo los conocimientos básicos sobre MT/MCA y ofreciendo directrices sobre normas y estándares para el asegurar la calidad.
3. Acceso - incrementar la disponibilidad y la asequibilidad de la MT/MCA, según sea apropiado, enfatizando el acceso de las poblaciones pobres.
4. Uso racional - fomentar terapéuticamente el uso sólido de una MT/MCA apropiada por parte de proveedores y consumidores.
En un principio, la implantación de la estrategia se centrará en los primeros dos objetivos. Conseguir los objetivos de seguridad, eficacia y calidad, proporcionará las bases necesarias para conseguir los objetivos de acceso y uso racional.

Opinión del compilador (autor del blog)

Por el año 1997 me diagnosticaron trastorno bipolar, una enfermedad mental grave, prima hermana de la Esquizofrenia. Este tipo de trastornos mentales suelen estar acompañados con lo que se suele denominar “delirios o alucinaciones”. Los delirios son al igual que las alucinaciones efectos positivos de este tipo de enfermedades, por oposición a los efectos negativos que son algo así como “todo aquello que se nos dificulta muchísimo o directamente no podemos realizar con facilidad y que una persona normal si lo puede hacer como hábito y rutina diaria” un ejemplo muy básico serían los hábitos de higiene adecuados como la simple costumbre de cepillarnos los  dientes o darnos una ducha rápida por lo menos día de por medio. Hay otros síntomas negativos un poco mas complejos como serían las funciones ejecutivas, como el estudiar o realizar trámites en nuestro provecho y el de nuestros familiares, pasando también por un sinnúmero de fobias y disgustos, como los que nos producen por ejemplo; viajar en colectivos, ir a centros comerciales atiborrados de gente o realizar una cola en el supermercado. Muchas de estas cosas tan simples nos cuesta muchísimo hacerlas o directamente no las podemos hacer.
Estos son los efectos más devastadores de las citadas enfermedades, mientras que los delirios y las alucinaciones, por los que se conoce usualmente este tipo de enfermedades y por las que nos hemos ganado el mote de “locos” o “chapitas”, son los efectos que más rápido se nos van con los medicamentos alopáticos llamados antipsicóticos y estabilizadores.
Quiere decir que lo menos grave de la enfermedad bien tratada son estos síntomas psicóticos, porque con los avances de la psiquiatría moderna, son los mas fáciles de erradicar con los nuevos medicamentos.
Los síntomas mas pesados de sobrellevar son esos efectos negativos, que no los curan los medicamentos y que requieren en cambio de una larga rehabilitación, algo así como un “entrenamiento permanente”, coordinado por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud mental y profesionales afines (Por ejemplo: Profesores de arte terapias), y que nos permiten ir incorporando ese tipo de entrenamiento terapéutico como una especie de disciplina en pos de la integración familiar, social, laboral y educativa, es decir el viejo anhelo de la “inclusión social” de la que hablan todas las leyes de derechos humanos en salud mental.
De más esta decir que una persona que se halla debidamente incluida en la sociedad, tendiendo una enfermedad mental grave y porque se ha recuperado en todos los ámbitos antes mencionados (familiar, social, laboral y educativo) se halla bastante en armonía consigo misma y con su entorno social y cultural.
Resta tiempo entonces para que esta persona que ha avanzado muchísimo en su propia disciplina de rehabilitación, poniendo énfasis primero en la recuperación de las facultades psicológicas, neurológicas, cognitivas, sociales e incluso afectivas, comience a sentir que el cigarrillo le está afectando terriblemente sus pulmones, o que su apetito voraz (muchas veces abierto por los mismos medicamentos alopáticos y por la dificultad o imposibilidad de experimentar otro tipo de placeres nocivos para estas  patologías como el alcohol) la esta llevando, de a poco y fundamentalmente hacia la madurez que le brindan los años, a observar que debe comenzar ahora también una rehabilitación de su salud física.
Escucho muy a menudo en las reuniones de terapia grupal de los pacientes, a aquellas personas de mas de cuarenta años que de repente vienen con la noticia que han comenzado a realizarse un chequeo médico general y “les han surgido varias dolencias”, motivo por el cual comienzan un nuevo tipo de trabajo interior, cual es el emprender el o los diversos tratamientos médicos para su recuperación, ahora física.
La cosa resulta mas que obvia a quien ha pasado por este trance: Cuando uno ha caído en la locura, lo primero que se impone es salir de la crisis psicótica por merdio de un chaleco de fuerza químico como dice graciosamente un amigo mío. ¡No hay otra escapatoria! Porque la crisis no espera los años en que una medicina suave podría surtir efecto y mucho menos, hasta que una solución mágica o milagrosa nos toque la puerta como caída del cielo o de la curandería.
¡No es así la cosa!
La persona en crisis psicótica requiere una intervención urgente y alopática, como aquél que esta sufriendo un infarto cardíaco y requiere ser reanimado y probablemente intervenido quirúrgicamente de manera urgente. Recordemos que hasta en China solo el 40% de la medicina es tradicional, quiere decir que a los infartos de miocardio de seguro se los trata en los quirófanos de la medicina alopática occidental y se los controla en las salas de terapia intensiva. Me animo a suponer que si no existe en el lugar este servicio médico alopático, pues sencillamente a la persona le llega la hora de partir para el otro mundo de forma bien natural, sin ninguna intervención cultural mas que los eventuales rezos, oraciones o meditaciones y probablemente la buena disposición de ánimo para este trance definitivo.
Pues lo mismo ocurre con la persona que se halla delirando o alucinando. Hay que medicarla con antipsicóticos y tal vez realizarle una internación breve en una clínica u hospital psiquiátrico como para comenzar el largo tratamiento posterior y la disciplina de la rehabilitación de la que hablaba, que en síntesis se trata de ir recuperando la cordura, la sensatez y la funcionalidad en todo sentido.
Pero hablamos de armonía y aquí nos vamos acercando a una frase que utiliza muchísimo toda medicina alternativa o complementaria. “Estar en paz y armonía con uno mismo y con el entorno”, a lo que yo le agregaría: “social, cultural y natural”.
Lo que tenemos que saber quienes padecemos enfermedades mentales severas es que tenemos una propensión muy grande a lo que se denomina “delirios místicos”, cuando yo le llamaría mas bien “delirios míticos” pues místicos verdaderos son muy pocos y contados con los dedos de una mano.
Si hablamos entonces de mito es que estamos hablando de fantasía, y todas las medicinas alternativas, sean corporales o espirituales despiertan tremendamente nuestra fantasía y la imagen de una cura milagrosa o por el producto de un “poder sobrenatural” sea dentro nuestro, sea en la persona del terapeuta, sea de Dios.
No me cabe duda que Dios tiene ese poder sobrenatural para realizar cualquier cosa benéfica, y por lo tanto de producir milagros. Pero yo desde hace muchos años sigo una norma de vida que me enseño mi madre: “A Dios rogando pero con el mazo dando”
¿Qué significa este dicho? Pues que debo darle mazasos permanentes a mis obras para edificar todo lo que quiera realizar en la vida, entre ellas proveerme de mi propia cura, escuchando al médico interno que todos nosotros tenemos dentro y quien me esta haciendo escribir este informe sin ser facultativo.
Este médico interno me viene llevando a experimentar desde hace muchos años diversos tratamientos y remedios de variada índole y paradójicamente a este médico interior lo inspira en mi caso ese Dios del que les hablaba mas arriba.
Sin embargo por mas que creo muchísimo en Dios, nunca creí que Él me fuera a quitar esta enfermedad de la noche a la mañana o con una mera imposición de manos o con una armonización de mis chacras, o con alguna hierbita mágica, ni con nada que se le parezca.
Siento en lo mas profundo de mi consciencia que ese Dios, primero que nada me ha creado con esta enfermedad por muchos motivos que desconozco. Después me ha mandado a ser paciente en el sentido de la virtud, y finalmente me ha mandado a ser paciente médico, de una medicina alopática que es tradicional en mi familia y en mi cultura.
He practicado Yoga, he intentado una Dieta Naturista Macrobiótica, comencé las artes marciales del Yudo, el Karate, y el Pakua, fui aprendiz de hechicería y magia (Ninguna de estas disciplinas pude sostenerlas por mas de un año) ¿Y por qué? Pues sencillamente porque enseguida me disparaban mi mente mítica y fantasiosa y comenzaba a delirar con mil y una cosas insostenibles que me tornaban tan etéreo que no podía vivir mas en esta sociedad, ni en esta cultura, sin estar en conflicto terrible conmigo mismo y con los demás. Tal vez si hubiera vivido en la India la historia hubiera sido otra, pero vivo en esta Córdoba y pertenezco a una familia de clase media, afecta al estudio, las profesiones liberales, las artes y la cultura latina, pero la verdadera cultura latina, esa cultura de españoles, criollos e italianos principalmente, y no la cultura meramente indigenista, que defiende en Argentina una precaria Medicina Tradicional Aborigen, casi sin identidad alguna, en comparación con otras Medicinas Tradicionales de Pueblos Americanos, como Bolivia, Perú, Ecuador, o México.-
¿Podría esperar a que mi cuerpo astral, mi cuerpo sutil, mi energía vital, se armonizara con mi yo interno, con mi mente, con mi espíritu, con mi cuerpo físico y con los demás?
¡No, bajo ningún punto de vista!
Debía seguir un tratamiento médico y alopático y dejar de fantasear y delirar, para reservarme solo la imaginación de esas cosas que no hacen mal, sino bien, como es la creatividad artística y profesional.
Debía rehabilitarme en todos los aspectos antes mencionados para quedar incluido a mi medio ambiente social, cultural y natural y armar mi propio ecosistema.
Y en cuanto a la naturaleza, que siempre ha sido una pasión en mí; debía admirarla, amarla y disfrutarla practicando el outdoor, o vida al aire libre, en lugar “fundirme” con ella y pasar a ser un microcosmos armónico y sutil.
He sufrido varios flagelos en mi vida, que de seguro me han desarmonizado totalmente, marcado por excesos de todo tipo, y como resultado de esas conductas autodestructivas, hoy padezco no solo la bipolaridad, sino también tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso, estrés y hasta una incipiente arteriosclerosis, y vaya saber qué otro trastorno biológico.
Pero solamente después de haber alcanzado la madurez me doy cuenta que en lo único que he sido constante en mi vida es en realizar la disciplina personal y bien a la occidental, de la ecuanimidad, atendiendo, de a poco, todos y cada uno de los aspectos que conforman al ser humano: psiquis, intelecto, trabajo (profesión y vocación), economía, sociedad, afectividad, emociones, expresividad, espiritualidad (religión), arte y finalmente físico, para desarrollar esto no he debido acudir a ninguna medicina, ni tradicional, ni alopática, ni terapia alternativa o complementaria. Solo me he dedicado a estudiar mi propia persona y mis necesidades prestándole la atención que se merecen por etapas, es decir concentrándome de a una por vez, es decir como realizando un curso por niveles.
Mas o menos ese es el orden de las materias que yo elegí para mi programa personalizado.
Sin duda alguna, por mi fortaleza física, que siempre la tuve, al cuerpo lo dejé para el final, y recién ahora me estoy sintiendo obligado de atenderlo como se lo merece de una vez por todas, y como he ido atendiendo a todos los demás aspectos que me integran y que he mencionado antes. 
Siento una necesidad urgente de dedicarme con énfasis a emprender un tratamiento holístico de recuperación de mi salud física, sin embargo no acudiré a ninguna MT/MCA, porque me vuelan la cabeza y vuelvo al ciclo de enfermedad.
Gracias a Dios ya llegué con mi autoconocimiento, analítico, dialéctico, platónico y socrático, como asi también con mis oraciones y meditaciones reflexivas, a mi médico interior y éste es el holístico.

Creo que para incorporar todos hábitos saludables ya como rutinas, necesitaré como diez años más de tratamiento y estaré si Dios quiere para mis 50 años en una edad muy propicia para tener hábitos de salud física, debidamente aprendidos, y  como para aspirar a la longevidad, y entre pitos y flautas habré aplicado mi disciplina de la ecuanimidad por mas de 20 años, como para convertirme en instructor o por lo menos un buen ejemplo a seguir,  si lo quisiera.
Toda esta disciplina personal me habrá impregnado de mucha armonía con migo mismo, pero me gustaría además, alcanzar también mucha mas armonía con mi esposa, primero que con ninguna otra persona, pues con las otras estoy bastente en paz, lo que cuesta es la convivencia diaria dado que la emotividad es constante.
Para lograr esto necesito mis espacios y mi tiempo, para practicar mi disciplina física y ella necesita los suyos. Debemos ser bastante independientes el uno del otro, ya que no podemos practicar la misma disciplina pues yo tengo mis mañanas para mí y ella tiene sus noches. No podemos practicarlas en los mismos horarios y además ya hemos comprobado que mi característica un tanto anárquica con mis vaivénes anímicos, a ella no le ayudan en nada, mientras que cuando ella se propone metas propias y las emprende sola, sin mi influencia fluctuante, es sumamente constante y perserverante hasta que logra sus objetivos.
Así que como a ella su traumatólogo le recomendó que practicara Tai Chi, pues yo me ocupé, como esposo, de buscarle un buen lugar y encontré la escuela.
Así que como verán, no estoy cerrado a las medicinas complementarias, como me gusta llamarles, sino que pienso que son para enfermedades comunes y no para enfermedades graves o que requieran de urgencia en los tratamientos.
Creo que esto es lo que sugiere la misma escuela antes citada  http://www.centrowutang.com/medicina-china-tradicional/cursos-de-formacion/curso-superior-de-acupuntura-humana  

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