Cuando uno tiene una mente poderosa, pero la hace trabajar mucho,
puede tornarse fragil y algunas ideas fantasiosas pueden convertirse en
delirios. Creo que muchos de ustedes saben lo muy atrapado que estuve
por el face en la primavera del año pasado. A consecuencia de esto y
otras vivencias de mi vida "real", entre en una profunda crisis, como no
la tenía desde hacía 10 años. Mi psiquiatra entonces me prohibio el
acceso al facebook y por muchos meses cumpli bastante bien tal
prescripción, con algunas pequeñas contravenciones.
Recién cuando
estuve mucho mejor, para mis vacaciones de marzo, comencé a ingresar
otra vez de manera tímida y me mantuve muy a raya hasta que cierto día,
no hace mucho, se puede decir que me volví a dar una sobredosis de la
red social virtual y pasado el medio día mi cabeza hizo clic y empezó a
delirar otra vez. ¡Me asuste mucho! y llegué a creer que muchos de esos
contactos que no conocía en persona, eran nombres de ficción de personas
conocidas que sabian de mis pasos y trataban de darme mensajes
subliminares, generalmente todos en contra del tratamiento que elegí
para mi.
Fue por eso que decidi cerrar ese día el facebook, e irme
a visitar unos amigos de carne y hueso para tener contacto real y
físico con ellos. Gracias a ello me contacte con un viejo y muy querido
amigo que hacía años que no veía, del grupo al que yo llamo de "Los
Progresistas" y de donde luego de nuestro reencuentro me propuse
comenzar a visitarlos uno a uno de nuevo, solucionando de esta manera el
distanciamiento de años que había decidido por mi parte. El reencuentro
fue muy bueno y alentador y ambos quedamos muy contentos. Luego comencé
a hacer un trabajo de depuración de mis contactos, borrando a todos los
que no conocía personalmente, supuestamente porque estaba eligiendo
quedarme solo con mis contactos de carne y hueso.
Sin embargo han
pasado los días y he pensado: ¡Eran solo delirios! ¡Yo debo luchar para
que mi mente no se quiebre! ¡He ido adquiriendo otra vez estabilidad,
fortaleza y confianza! y no puedo olvidar los buenos momentos que
compartimos con ciertos contactos del facebook (amigos y amigas
virtuales) en este mundo de hoy de relaciones tanto reales como
virtuales, que por momentos se convierten tambien en reales y hasta en
muy emotivas. No puedo entonces quedarme afuera de este mundo del siglo
XXI y debo continuar explotando lo positivo que tiene este curioso y
fantástico mundo de la informática y de la internet. Porque si no, me
recluyo demaciado en mis horas libres y solo comparto con mis
pensamientos y mi mundo interior, sin tener ningún feed back que suele
ser un muy buen alimento para el alma.
Me he dado cuenta que uno
también se nutre no solo de relaciones de carne y hueso, sino también de
mensajes, cartas, imágenes y videos, subidos por los amigos de las
redes sociales. Y por eso es que hoy vuelvo a solicitarle a algunos de
estos contactos que sean amigos mios de nuevo. Todo esto forma parte de
la sociabilización, uno de los objetivos de mi tratamiento que apunta a
la "integración y reinserción social, familiar, educativa y laboral"
A los que se ofendieron conmigo, les pido disculpas y me excuso otra vez en la fragilidad de mi mente.
Namasté... ¡Que Dios los Bendiga!
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