ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

martes, 3 de abril de 2012

SOLEDAD QUE GUSTA Y SOLEDAD QUE ANGUSTIA


Martes 3 de abril de 2012

-Querido Señor:
Quiero Orar Contigo pero no se qué es lo que podríamos escribir como para publicarlo en el blog.

-Hola Leandro Javier. Has dicho el otro día que cada vez te pesa mas estar solo. Aunque también has dicho que no podrías vivir sin unas horas en solitario al día. Podemos decir que hay en ti una soledad que te gusta y otra soledad que te angustia.

-Así es Mi Señor.

-¿Qué haces durante la soledad que te gusta?

-Veo cuándo empieza a amanecer, escucho los pájaros cantar, siento el fresco de la mañanita sobre mi cuerpo, observo mis animales muy tranquilos, durmiendo los tres en el living, disfruto del silencio de esa hora del día, tomo mates, me fumo unos puchos, te invoco y me dispongo a Orar ante tu Presencia, escribiendo todo; sea en papel y de manera manuscrita, sea en un archivo Word en la computadora. A veces también me voy a desayunar y leer el diario a un bar, antes de ponerme a Orar y Meditar, lo que termino haciendo ahí mismo, con papel y lapicera.

-¿Y cuándo te sobreviene la soledad que te angustia?

-Generalmente por las tardes después de dormir mi siesta y hasta el atardecer o hasta la nochecita.

-¿Y sabes por qué te angustia esa hora del día?

-No estoy seguro de saberlo pero lo que he advertido es que a esa hora del día me encanta estar  con gente; sea conversando, sea trabajando. Durante la tarde me gusta sentir que sigo inserto a la Sociedad y que tengo contacto con ella. Y cuando este contacto no se produce, esto es lo que me angustia y la soledad empieza a pesarme haciéndome pensar cosas negativas de mi persona.

-Ahora cuéntame: ¿Qué pasa con tu esposa? ¿No viven juntos a caso? ¿Por qué te sientes solo cuando estas con ella?

-Ely trabaja por las mañanas, justo en ese tiempo en que yo estoy muy a gusto con mi soledad, dado que casi siempre estoy Contigo Mi Señor. Pero después de la siesta, ella tiene muchas labores domésticas, desde atender la casa, hasta ocuparse de la administración del hogar y de su negocio, por eso es que pocas veces está disponible para conversar. Yo he aprendido a respetarla porque me doy cuenta que su trabajo hogareño es de vital importancia para nosotros. Así que compartimos, en sentido estricto, los fines de semana, o aquellos días en que los dos necesitamos reunirnos para tratar asuntos conyugales.

-¿Y tú por qué no te dedicas también, durante las tardes, a las labores domésticas, como para que se pase la angustia?

-¡Lo suelo hacer! Muchas son las tardes en que me ocupo de la casa y de las obligaciones que me tocan en torno de ella. Pero por lo general lo hago después que ha pasado la hora de la angustia. Es decir, a partir de la nochecita, en que mi ánimo vuelve a estar otra vez altivo. Lo cierto es que cuando estoy angustiado, no tengo voluntad para realizar nada y me quedo sentado, tomando mates en la cocina y fumando con la mirada perdida y con el corazón triste.

-Me dijiste que no siempre te ataca la angustia. ¿Puedes describirme en qué momentos ocurre eso?

-Me levanto de mi siesta con el ánimo altivo, cuando tengo otorgado un turno para asesorar a algún parroquiano de Acapef. También me ocurre que estoy muy bien, y sigo bien hasta la hora de acostarme, cuando me visita mi acompañante terapéutica; los lunes y miércoles, dado que con ella tratamos siempre de salir del estado de letargo, pero al hacerlo juntos, se me hace mucho mas fácil que intentándolo solo. También me siento muy bien cuando me toca ser profesor particular de algún estudiante secundario. Y finalmente; también me hace mucho bien, cuando logro superar mi pereza y me reúno con alguna hermana o con mi hermano, pero esto es poco frecuente, porque ya hemos ido adquiriendo la costumbre de que por lo general nos reunimos para los cumpleaños y las demás celebraciones familiares, todos juntos. También en ciertas oportunidades me siento muy a gusto cuando voy a visitar a mis padres o cuando ellos vienen a mi casa. Y siempre me hace sentir muy bien, las pocas veces que veo a mis sobrinos mayores en su casa o en la mía, pero esto es aún menos frecuente, porque todos ellos están muy ocupados con sus trabajos y sus estudios.

-Es lógico que el contacto con la Sociedad te ponga más feliz, pues está visto que no tienes una vocación exclusivamente ermitaña. La soledad te gusta y la necesitas, pero tu vocación es al mismo tiempo que ermitaña, apostólica, a la manera de la vocación que tenía el hermanito beato Carlos de Foucauld.
Yo te proveeré de trabajo, pero cuando el mismo no te llegue, será porque estarás necesitando hacer alguna de las otras actividades que tanto te llenan y que me has mencionado anteriormente.
Trata de organizarte y ya que sabes con antelación que días tienes consultas y qué días no, dado que vos les das los turnos a tus parroquianos…, anticípate a tu malestar vespertino y los otros días prepara otro tipo de actividad satisfactoria. ¡Y reza mucho para que tengas cada día mas trabajo!
¿Estamos Leandro Javier? ¡Juntos vamos a superar tus depresiones vespertinas!

-Estamos Señor. Te agradezco todo lo que me has hecho ver hoy.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

No hay comentarios:

Publicar un comentario