EL MEJOR CAMINO

Cuando la Madre del cielo se nos ha presentado y nos hado todo su amor maternal para protegernos, nos va llevando a que poco a poco vayamos conociendo mas y mas a su hijo, con el que comenzaremos a comulgar (ser uno con él), a través de la eucaristía periódica…

Él se nos irá presentando como nuestro señor, nuestro rey, nuestro Maestro, tanto a través de su Palabra escrita como la palabra que nos revela íntimamente a través de los dictados que nos va haciendo su Espíritu Santo  a través de lo que siente nuestro corazón, las señales y la sincronicidad que van percibiendo en el mundo sensible y el mundo interior  y finalmente esos “pensamientos viajeros” que comenzamos a identificar en nuestra mente y que nos damos cabal cuenta que no nos pertenecen, sino que le pertenecen a Él y que Él nos lo ha revelado, pasando a acceder al conocimiento directo de donde los libros y el estudio solo pasan a ser de mera ayuda pero ya no mas la causa de nuestro conocimiento. Pero el logro del creyente es cuando logra hacerse amigo íntimo de Cristo y también hermano.

Ahí nos comenzamos a sentir de lo mas queridos por este padre común que es Dios. Nos empezamos a sentir hijos mimados suyos o más bien: predilectos.

Al cabo de algún tiempo sintiéndonos hermanos del Señor, enseñándonos Éste a ser señores y señoras de nosotros mismos… cierto día curioso y especial para cada uno de nosotros… Jesús nos conduce al Padre y nos lo presenta.

El encuentro con Abba es absolutamente conmocionante, pues vemos la incomensurable ternura de Dios Padre, que nos invita a ser su compadre. Es decir: animarnos a sentirnos como padres de muchos mas que nuestros propios hijos, padres de todos los que nos rodean y por estar mucho mas elevados que ellos a nivel espiritual. El padre nos regala ese inmenso Don a través de su Espíritu Santo, ahora el Espíritu Santo Paternal. Y cabe destacar que llegar al padre es mas desafiante para las mujeres que para los varones pero el que llega es el Hombre como sinónimo de humano, por lo que Padre es una idea sin género a diferencia de los padres de humanos o cuanto mucho tomándolos a la madre y a la madre ambos como los padres de sus hijos.

Padre Eterno pareciera que es un término masculino pero en realidad sería neutro.

Por eso sostengo con total énfasis que el varón que ha llegado al padre puede llamarse o sentirse con toda justicia un pequeño abba y la mujer que ha llegado al Padre Eterno puede sentirse con toda justicia una amma (mamá) y así amar a la humanidad.

Recordemos que la Virgen María es al mismo tiempo: “creatura” de Dios y por eso su hija bienaventurada, pero al mismo tiempo es esposa del Espíritu Santo y con ello  madre de Jesús o mas precisamente madre de Dios y por eso Amma.

Estos son de los misterios imposibles de entender de la Iglesia y que no queda mas que sentirlos con el corazón cuando siendo hijos, al mismo tiempo somos hermanos y al mismo tiempo padres y madres. Este sentimiento solo es posible con el don de la Fe.