ENTRE AUTORÍAS Y COMPILACIONES

HACE AÑOS EMPEZAMOS A ESCRIBIR UN ESTILO PRINCIPALMENTE AUTOBIOGRÁFICO, EN PARTICULAR EN LOS OTROS BLOGS CUYOS LINKS ESTAN EN ESTA PÁGINA. CUANDO EMPEZAMOS A ESCRIBIR MENSAJES PARA LA ALDEA GLOBAL, DECIDIMOS INTERCALAR ENTRE LOS ESCRITOS DE NUESTRA AUTORÍA UNA SERIE DE COMPILACIONES Y TRANSCRIPCIONES DE TEMAS SACADOS DE OTRAS FUENTES DE INTERNET, EN PARTICULAR LA WIKIPEDIA.
LA FINALIDAD DE ESTAS TRANSCRIPCIONES, ES PARA EL AUTOR, IR IDENTIFICÁNDOSE CADA VEZ MAS CON DIFERENTES IDEOLOGÍAS QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD Y EN BASE A LO QUE LE VA DICTANDO SU CORAZÓN, LO QUE NO DEJA DE SER UNA TAREA DE AUTOCONOCIMIENTO. POR OTRO LADO, PARA LOS LECTORES LES OFRECEMOS ESTAS COMPILACIONES DE IDEAS Y ESTUDIOS PARA COMPARTIRLAS CON USTEDES Y CON EL AFÁN DE PROMOVERLAS.
ESPERAMOS QUE SEAN DE SU AGRADO O POR LO MENOS MOTIVO PARA VUESTRA REFLEXIÓN.

domingo, 4 de septiembre de 2011

ARRIBANDO A CONCLUSIONES Y QUITANDONOS VIEJAS DUDAS

Amig@s:

Ya se habrán dado cuenta muchos de ustedes que hace tiempo vengo “luchando a capa y espada” contra ese sentimiento generalizado de que se que cuenta sobre la diosa madre.
Los que me habrán seguido en mis desorganizadas publicaciones, ya saben lo que pienso de la “pacha mama” y el gran respeto al culto que le hacen los pueblos originarios. También saben de lo que pienso sobre esa creencia generalizada de la cultura posmoderna a cerca de la diosa madre.
Sintéticamente les reiterará que amo a esta tierra y desde mi tierna edad, la amo aunque no la considere madre, sino tan solo en el sentido afectivo, poético y figurado, nada más. En absoluto la considero madre divina,  sino como lo solemos decir los abogados de manera dramática: una “cosa” maravillosamente generosa y con un poder autogenerativo impresionante, gracias al gobierno de las leyes de la naturaleza que rigen todo el cosmos y no solo acá en la tierra.
Creo si en la Madre del Cielo, María y fue curioso lo que me ocurrió con esta por allá en 1996, cuando volví a recuperar la fe después de alrededor de diez años de estar ateo. Cierto día en un estado verdaderamente delirante creía que Dios iba en el asiento del acompañante de mi vehículo. Entonces a través de las señales que yo sentía Él me iba poniendo en el camino como:
Señal de tránsito pesado a la derecha (yo creía que al ir con el auto muy cargado) era yo mismo tránsito pesado por lo que gire a la derecha, luego una bifurcación de donde una calle iba hacia abajo y la otra subía una montañita, pues entonces como iba hacia el cielo…, decidí tomar el camino que subía y así un par de señales mas, hasta que de repente estuve en un barrio de lo mas humilde en las sierras de córdoba y yo me hallaba allí “contemplando” el lugar a donde me había conducido Dios, y sintiendo que me ponía en contacto por vez primera con mi “vocación” social en defensa de los pobres. Esa que después desarrollaría a niveles inimaginados hasta entonces.
Pero lo más curioso fue cuando llegué al final de ese camino. Este acababa en una gruta de la Virgen María, exactamente en la Virgen de los Manantiales del barrio que está en las afueras de Saldan.
Yo estaba de lo mas sensibilizado, bajé entonces totalmente conmocionado y me arrodillé frente a la imagen de esa Virgen, lloré con ganas y le encendí una vela de las muchas que la gente le había dejado de ofrenda.
Estuve por un buen rato a solas con ella “sintiendo con todo mi corazón” que después de años en que había estado a batallando solo en mi vida, ella al fin me daba su abrazo. Un abrazo de bienvenida, un abrazo absolutamente maternal y muy pero muy contenedor.
Al terminar mi oración, que fue ciertamente la oración donde empecé mi largo proceso de “reconversión” a mi Catolicismo de la infancia,  proceso que duró diez años, hasta el 2006…, me incorporé y volví hacia el auto y algo me sorprendió muchísimo: ¡La puerta del acompañante de mi auto estaba abierta!
La cerré totalmente convencido que la presencia de la Virgen había estado acompañándome ese día y no Dios en si mismo aunque yo había venido creyendo lo contrario. Supe que me había llevado hasta su imagen de ese día para mostrarme lo que sería mi vocación y entonces caminé por el barrio. Estuve respirando la pobreza y la humildad y llegué hasta un hermoso lugarcito debajo de un frondoso árbol a la orilla del arroyito que cruzaba por la zona… Allí me refresqué y bebí mucha agua con la idea de que me estaba al fin limpiando y purificando.
Tuve varios de estos encuentros con la Virgen por aquellos tiempos, hasta que finalmente terminé adoptando para mí la advocación de la Virgen de la Merced a quien me le consagré en forma privada. Advocaciones son las diversas maneras como ella se le ha aparecido al hombre. Sus diversas vestiduras y vocaciones de las muchas que ella tiene, de entre todas ellas, la constante en todas: Irnos acercando y presentando a su Hijo Jesús.





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