ÁNGELES CIBERNÉTICOS

Hoy hemos tenido un hermoso día con mi esposa, mientras estuvimos haciendo cada uno lo suyo. Finalmente cuando nos quedamos solos los dos, discutimos como es prácticamente nuestra costumbre. Discusiones por momentos desesperantes para los dos y con una sensación de que no tuvieran retorno…

Fue por ello que apelé a la intervención de un árbitro; una de mis A.Te’s a quien llamé a su celular y al hablar con ambos, logró separarnos emocionalmente, yéndose Ely al fin a dormir y yo quedándome a solas con el Amado en actitud contemplativa y meditativa… Nuestras discusiones pasaban por el hecho de que yo entrara o no al facebook.

Cuándo al fin quedé solo y estaba a mis anchas para hacer lo que quisiera, los ángeles cibernéticos me hicieron constatar que no podía ingresar a ningún sitio de internet porque no se conectaba mi p. c. a la misma.

Me di cuenta entonces que me había bajado el sueño y no me quedó otra que irme a dormir una siestita en mi fouton del living – despacho. Dormí plácidamente y al cabo de alrededor de dos horas me levanté con el siguiente ensueño:

“Estamos en luna llena, hoy pintó en esta tela de pintor que es mi vida, noche de insomnio y desvelo. Me hallo haciendo lo que mejor me sale: Estar a solas acompañado con el Amado, escribir en mi diario manuscrito, y transcribiendo mi borrador en mis notas y entradas del blogs y del facebook, también editaré unas fotitos y finalmente me dedicaré a continuar pintando mi mandala, para seguir desarrollando, muy de a poquito, las artes visuales en mi… (manuales y cibernéticas). 

No me importa demasiado faltar al compromiso asumido con el médico de cabecera de no entrar para nada a internet. Asumo las consecuencias de esa falta, como por ejemplo ir una semana al centro de día (rehabilitación) Casa Club Bien Estar por cada una de estas faltas, tal cual el emplazamiento que me realizaron medio en broma, medio en serio, ayer cuando lo fuimos a ver con mi esposa. Finalmente trato de “dirigir” en la medida de mis posibilidades (que son muchas) mi propio tratamiento e internación domiciliaria por la que estoy atravesando”.

Art. 11, inc. d (Ley Pro. 9848n).-